Debo preocuparme por el ahogamiento en seco y el ahogamiento secundario?

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La gente pasa más tiempo en piscinas, ríos, lagos y playas durante los calurosos meses de verano. Aunque el agua ofrece un escape del calor, es importante tener en cuenta la seguridad en el agua. Los últimos titulares han aumentado la concienciación y la preocupación por el ahogamiento en seco y el ahogamiento secundario, pero ¿deben preocuparse los padres?

Es difícil no preocuparse cuando se ven las historias alarmantes: un niño sale de la piscina o del lago y parece estar bien… hasta que de repente pierde el conocimiento y se ahoga, minutos u horas después de haber salido del agua. Pero no es tan sencillo… ni tan aterrador.

¿Cuán comunes son el ahogamiento en seco y el ahogamiento secundario, y se pueden prevenir?

¿Cuál es la diferencia entre el ahogamiento en seco y el ahogamiento secundario?

Aunque el ahogamiento es la segunda causa principal de muerte accidental entre los niños, y la quinta causa principal para todas las edades, el ahogamiento en seco y el ahogamiento secundario son ambos extremadamente raros.

Típicamente estos síndromes respiratorios posteriores a la inmersión sólo ocurren después de un incidente de casi ahogamiento. Ambos pueden ocurrir en adultos, pero la mayoría de los casos de ahogamiento en seco y ahogamiento secundario afectan a niños pequeños.

El ahogamiento seco se produce cuando se inhala agua y provoca espasmos musculares en las vías respiratorias, lo que bloquea el flujo de aire. En el ahogamiento secundario se inhala agua hacia los pulmones. El agua irrita los pulmones, lo que puede hacer que se llenen de líquido -lo que se conoce como edema pulmonar-, dificultando la respiración.

Algunos médicos rechazan por completo estos términos y se limitan a incluirlos bajo el paraguas del ahogamiento.

¿Cuáles son los síntomas del ahogamiento en seco y del ahogamiento secundario?

Los síntomas del ahogamiento en seco comienzan casi inmediatamente después de un incidente de ahogamiento, mientras que los síntomas del ahogamiento secundario pueden comenzar entre 1 y 24 horas después de que el agua entre en los pulmones. Los síntomas pueden incluir tos, vómitos, fiebre, diarrea, dificultad para respirar, dolor en el pecho y letargo.

¿Cuáles son las formas de prevenir el ahogamiento en seco o el ahogamiento secundario?

Estos síndromes son muy raros, y aunque no es necesario prevenir el ahogamiento en seco específicamente, la mejor forma de prevenirlo es con los mismos métodos con los que se previene el ahogamiento.

  • Enseñe a sus hijos la seguridad en el agua, y enséñeles a flotar y a nadar.
  • Asegúrese de que los niños pequeños -y los que no saben nadar- lleven dispositivos de flotación adecuados. Todos los niños menores de 12 años deben llevar un chaleco salvavidas en una embarcación en el estado de Arkansas.
  • Mantenga siempre vigilados a los niños cuando estén en el agua o cerca de ella.
  • Los padres deben aprender a hacer la reanimación cardiopulmonar.
  • No nade solo.
  • Preste atención al tiempo y al entorno.
  • Examine las zonas de baño en busca de peligros.

Qué hacer en caso de ahogamiento secundario o seco.

Hay señales de advertencia para estos síndromes, y si van a ocurrir lo más probable es que sigan a un evento de casi ahogamiento. Observe atentamente a su hijo después de un casi ahogamiento para ver si empieza a mostrar síntomas de ahogamiento en seco o ahogamiento secundario.

Si cree que su hijo está mostrando síntomas de ahogamiento en seco o ahogamiento secundario llame al pediatra de su hijo. Ellos pueden aconsejarle sobre qué hacer y si debe buscar atención médica.

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