El norovirus causa enfermedades gastrointestinales a los seres humanos. La infección por norovirus puede causar vómitos, diarrea y dolor de estómago. Los síntomas menos comunes son fiebre baja, escalofríos y dolor de cabeza. Los vómitos pueden ser repentinos y frecuentes y provocar una notable pérdida de líquidos. La muerte es poco frecuente, pero sigue siendo un riesgo, especialmente para las personas mayores o con el sistema inmunitario debilitado.
La recuperación suele producirse en uno o dos días. El periodo de incubación oscila entre 12 y 48 horas. A veces, los síntomas pueden ser más leves y durar una semana, pero no se han notificado efectos adversos para la salud a largo plazo.
Los norovirus pertenecen a la familia Caliciviridae y son bien conocidos por ser los causantes de la «enfermedad de los vómitos de invierno» o «gripe estomacal», en referencia a su rápida propagación en las poblaciones humanas, especialmente durante los meses de invierno. Los norovirus son relativamente resistentes en el medio ambiente: pueden sobrevivir a la congelación así como a las altas temperaturas (hasta 60°C). Los virus sobreviven largos periodos en diferentes superficies. La cocción al vapor de los mariscos puede permitirles sobrevivir. Es importante tener en cuenta que los virus pueden sobrevivir en hasta 10 ppm de cloro, muy por encima de los niveles habitualmente presentes en los sistemas públicos de agua potable (menos de 2 ppm).
Transmisión
Los norovirus son altamente contagiosos y 10-100 partículas virales pueden ser suficientes para infectar a un individuo. Se transmiten principalmente por la vía fecal-oral, ya sea por el consumo de alimentos o agua contaminados, o por el contagio directo de persona a persona. El vómito crea efectivamente aerosoles con alto contenido de partículas de virus, que entran en la mucosa oral o contaminan las superficies. El virus sobrevive mucho tiempo en diferentes superficies y, por tanto, el entorno puede servir de fuente de nuevas infecciones. Durante un solo brote de gastroenteritis por norovirus, suelen darse varios modos de transmisión. Aunque el periodo de incubación es relativamente corto (15-50h), ya que la dosis infecciosa es muy pequeña, y se produce una diseminación asintomática, el origen del brote suele ser difícil de confirmar. Por ejemplo, la transmisión inicial por alimentos o agua suele ir seguida de transmisiones secundarias de persona a persona a contactos cercanos. La diseminación del virus suele comenzar con la aparición de los síntomas (principalmente vómitos y diarrea) y puede continuar durante 2 semanas después de la recuperación.
Como la inmunidad puede durar sólo unos meses y es específica de la cepa, y dada su variabilidad genética, la infección puede producirse varias veces en la vida y afecta a individuos de todas las edades. La susceptibilidad a la infección está probablemente determinada genéticamente. Según estudios recientes, las personas del grupo sanguíneo 0 son las que presentan un mayor riesgo de infección.
Brotes
Muchos alimentos diferentes se han asociado a brotes de norovirus. Las frambuesas y las ostras han causado varios brotes nacionales e internacionales. En principio, cualquier alimento puede contaminarse si es manipulado por una persona infectada o si se lava o humedece con agua contaminada. Las infecciones por norovirus se propagan eficazmente de persona a persona en entornos comunitarios como hospitales, escuelas, guarderías y residencias de ancianos. Se han registrado varios brotes en cruceros, que constituyen un entorno cerrado ideal para la propagación de la infección.
Medidas preventivas
- Lavado adecuado de las manos después de ir al baño/aseo y siempre antes de empezar a preparar la comida;
- Aislamiento de los pacientes enfermos, si es posible;
- Limpieza ambiental cuidadosa y desinfección de los lugares públicos, incluidos los aseos, donde se hayan producido vómitos. Los desinfectantes deben tener un alto efecto virucida;
- Mientras se limpian los vómitos es aconsejable utilizar mascarillas ligeras para prevenir la infección a través de los aerosoles. Deben utilizarse guantes al limpiar y desinfectar el entorno;
- Evitar la manipulación de alimentos cuando se tengan síntomas gastrointestinales y mantenerse alejado durante al menos 48 horas después del final de los síntomas. En el caso de los trabajadores sanitarios, se recomienda intensificar la desinfección de las manos durante 14 días con un desinfectante virucida tras el final de los síntomas.