Para la mayoría de las personas, el uso de anticonceptivos durante mucho tiempo no causa problemas significativos.
Muchas personas utilizan los anticonceptivos hormonales como método anticonceptivo. Sin embargo, otras toman anticonceptivos hormonales para controlar afecciones médicas a largo plazo. Estas afecciones incluyen menstruaciones abundantes o dolorosas, endometriosis y síntomas de la menopausia. Los médicos aprueban el uso de las píldoras para estas afecciones, por lo que deberían poder tomarse.
Un médico puede aconsejar a las personas sobre la seguridad y los riesgos del uso de anticonceptivos a largo plazo según su historial médico.
Hay varios factores y posibles efectos secundarios que deben tenerse en cuenta al tomar anticonceptivos de larga duración:
Control de la natalidad y cáncer
Según el Instituto Nacional del Cáncer, existen pruebas contradictorias de que los anticonceptivos hormonales pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama y de cuello de útero, pero reducen el riesgo de cáncer de endometrio, ovario y colorrectal.
Las hormonas de los anticonceptivos, incluidas la progesterona y el estrógeno, pueden estimular el crecimiento de algunos tipos de células cancerosas y reducir el riesgo de que se desarrollen otras.
La Sociedad Americana del Cáncer (ACS) afirma que las personas que han tomado píldoras anticonceptivas son ligeramente más propensas a desarrollar cáncer de mama que las que nunca las han utilizado. Sin embargo, este riesgo desaparece cuando las personas han dejado de tomar la píldora durante 10 o más años.
La ACS también informa de que tomar anticonceptivos durante más de 5 años puede aumentar el riesgo de cáncer de cuello de útero. Cuanto más tiempo se tome la píldora, mayor será el riesgo. Sin embargo, el riesgo debería volver a bajar gradualmente cuando alguien deja de tomar la píldora.
Un estudio a gran escala publicado en 2018 analizó la prevalencia del cáncer en más de 100.000 mujeres de entre 50 y 71 años que tomaban actualmente píldoras anticonceptivas. El estudio indicó que el uso a largo plazo de anticonceptivos disminuyó el riesgo de cáncer de ovario y de endometrio.
Los investigadores no están seguros de por qué las píldoras anticonceptivas pueden disminuir el riesgo de ciertos cánceres. Puede deberse a que la píldora disminuye el número de ovulaciones que tiene una persona a lo largo de su vida, lo que la expone a menos hormonas naturales.
Control de la natalidad y coágulos sanguíneos
Un metaanálisis de 2013 de 26 estudios indicó que el uso de anticonceptivos orales que contienen tanto progesterona como estrógeno aumentaba el riesgo de las personas de desarrollar un coágulo sanguíneo.
Los coágulos sanguíneos aumentan el riesgo de una persona de sufrir un accidente cerebrovascular y un ataque cardíaco. Las personas que fuman pueden tener un riesgo especial de desarrollar coágulos sanguíneos cuando utilizan píldoras anticonceptivas.