¿Qué diferencia a un EMT de un paramédico? ¿Es uno intrínsecamente más valioso para su campo que el otro? ¿Debería uno aspirar a convertirse en paramédico únicamente para llegar a serlo, o los paramédicos prestan servicios cruciales para salvar vidas junto con los paramédicos? ¿Hay algún valor en trabajar como EMT si no vas a convertirte en paramédico? La respuesta podría sorprenderte.
La mayoría de las veces, la gente ve a los paramédicos y a los paramédicos como similares simplemente por la naturaleza de sus trabajos. Cada uno proporciona servicios médicos a los pacientes que lo necesitan, pero la formación requerida para realizar cada trabajo, y las limitaciones por no tener esa formación, pinta una mejor imagen de las diferencias entre los dos.
EMT
Los Técnicos en Emergencias Médicas se consideran aprendices o trabajadores de servicios médicos de nivel inicial. Un EMT típico tendrá 190 horas de formación en servicios médicos de emergencia, dependiendo de la ubicación y el programa. Los técnicos de emergencias médicas se enfrentan a limitaciones en cuanto a los servicios y medicamentos que pueden proporcionar, como por ejemplo que no se les permita poner inyecciones o iniciar líneas de vida intravenosas en determinados estados. Están cualificados para utilizar oxígeno, glucosa, inhaladores para el asma y autoinyectores de epinefrina.
Estas limitaciones significan que los EMT no pueden proporcionar los mismos servicios y el mismo nivel de atención que podría proporcionar un paramédico. Sin embargo, convertirse en paramédico requiere mucha más formación y tiempo, y a menudo escasean. Los paramédicos son la savia de los servicios de emergencia, y sin ellos muchas ambulancias tendrían dificultades para asistir a todos los pacientes. Existen estrictas limitaciones en los servicios que pueden realizar los paramédicos, pero eso no debe impedir que nadie se convierta en paramédico, ya sea que quiera convertirse en paramédico o simplemente quiera entrar en el campo de los servicios médicos de emergencia para asistir a todos los pacientes posibles.
Paramédico
Un paramédico es un proveedor avanzado de atención médica de emergencia. Reciben aproximadamente 1200 horas de formación dependiendo del lugar y los programas. Son capaces de poner inyecciones y de utilizar dispositivos avanzados de gestión de las vías respiratorias para ayudar a respirar. Suelen estar capacitados para utilizar entre 30 y 40 medicamentos, dependiendo del estado. Además de las horas de clase, deben realizar una amplia formación en el hospital y en la ambulancia.
Sin los paramédicos, los servicios médicos de emergencia dejarían de existir. Los paramédicos son la estructura de apoyo y los paramédicos son los componentes cruciales. El tiempo y el esfuerzo que supone convertirse en paramédico se ve compensado por el increíble apoyo que prestan a las comunidades locales. Cada paramédico y paramédica es tan valioso como el siguiente, y cada uno no puede existir sin el otro. Los paramédicos son cruciales para proporcionar tratamientos que salvan vidas, y si quieres convertirte en paramédico no hay una vocación más alta.
¿Deberías convertirte en un EMT o paramédico?
¿Quieres salvar vidas? ¿Quieres proporcionar apoyo médico a tu comunidad? Entonces los servicios médicos de emergencia podrían ser adecuados para ti. Tanto si quieres convertirte en un EMT como en un paramédico, el apoyo que prestas a tu comunidad local es insustituible. Tanto si has invertido 190 como 1200 horas, eres una parte crucial de tu equipo local de servicios de emergencia. Cada momento en el trabajo es otra habilidad que estás desarrollando para salvar a tu próximo paciente.
En definitiva, los paramédicos tienen más formación que los EMT. Eso no los hace mejores personas o más valiosos para alguien que necesita servicios médicos. Si quieres convertirte en EMT para ser paramédico o simplemente quieres ayudar, tu comunidad local te lo agradecerá. Si estás interesado en unirte al campo de los servicios médicos de emergencia, ponte en contacto con nuestro equipo hoy mismo. Nos encantaría ayudarle a emprender el camino para convertirse en una fuerza que salve vidas en su comunidad.