¿Cuál es el tratamiento más eficaz para las infecciones cutáneas no complicadas: clindamicina o trimetoprima-sulfametoxazol?

Miller y sus colegas realizaron su estudio tanto en adultos como en niños. Los pacientes fueron incluidos si tenían un absceso cutáneo discreto o celulitis, o ambos. Se excluyeron si tenían uno de los siguientes:

  • impetigo
  • infección periférica, genital o de las manos
  • mordedura humana o animal en el lugar de la infección
  • temperatura de 38,5° C o superior
  • inmunocompromiso
  • obesidad mórbida
  • dispositivo protésico en el lugar de la infección.

Los pacientes restantes se estratificaron entonces en uno de los 2 grupos:

  • aquellos con un absceso más grande (>5 cm de diámetro máximo en adultos, proporcionalmente más pequeño en niños) y/o celulitis
  • aquellos que tenían un absceso más pequeño.

Este estudio de Miller y sus colegas se centra sólo en los pacientes del primer grupo.

Detalles del ensayo
Todos los abscesos discretos fueron incisados y drenados, y los pacientes fueron asignados aleatoriamente a:

  • clindamicina, 300 mg 3 veces al día durante 10 días
  • trimetoprima-sulfametoxazol, 2 comprimidos de potencia única por vía oral dos veces al día durante 10 días.

El criterio de valoración principal fue la curación clínica entre 7 y 10 días después de la finalización del tratamiento antibiótico.

En el estudio participaron 524 pacientes: 264 en el grupo de clindamicina y 260 en el grupo de trimetoprima-sulfametoxazol. Aproximadamente el 30% de los pacientes eran niños. Ciento sesenta pacientes (30,5%) tenían un absceso discreto, 280 (53,4%) tenían celulitis y 82 (15,6%) tenían tanto un absceso como una celulitis. Se realizó un procedimiento de incisión y drenaje en el 44,5% de los pacientes. En algo más del 50% de los pacientes se realizó un cultivo microbiológico.

El organismo más comúnmente aislado fue S aureus (217 de 524 pacientes, o 41,4%), de los cuales 167 (77%) eran S aureus resistentes a la meticilina (SARM). De los 217 aislados identificados como S aureus, 27 (12,4%) eran resistentes a la clindamicina, y sólo uno (0,5%) era resistente al trimetoprim-sulfametoxazol.

De los 466 pacientes que fueron totalmente evaluables, la tasa de curación fue del 89,5% en el grupo de clindamicina (intervalo de confianza del 95%, 85,2-93,7) y del 88,2% en el grupo de trimetoprim-sulfametoxazol (IC del 95%, 83,7-92,7). La diferencia en la tasa observada de curación clínica no fue estadísticamente significativa.

Se curaron siete de los 15 pacientes del grupo de clindamicina que tenían cepas resistentes a la clindamicina, en comparación con 77 de los 84 pacientes con cepas susceptibles (73,3% frente a 91,7%; p = 0,06). Un mes después del tratamiento, las tasas de curación seguían siendo similares. Las tasas globales de efectos adversos en los dos grupos fueron similares, del 19%. Ningún paciente desarrolló diarrea asociada a Clostridium difficile.

Las infecciones de la piel pueden poner en peligro la vida
Las infecciones de la piel y de la estructura de la piel son frecuentes y pueden influir en la decisión de cuándo realizar un parto por cesárea, cómo preparar la piel antes de la cirugía y dónde colocar la incisión quirúrgica. En algunos pacientes, estas infecciones pueden ser bastante debilitantes, incluso poner en peligro la vida. Cuando hay un absceso discreto (forúnculo, ántrax), el organismo más probable es S. aureus, y la mayoría de las cepas son MRSA. Cuando hay celulitis, el S. aureus es menos probable, y los organismos dominantes suelen ser los estreptococos, especialmente el Streptococcus pyogenes.

Los abscesos de cualquier tamaño necesitan incisión y drenaje y, en la mayoría de los casos, terapia antibiótica sistémica. Cuando hay celulitis sin un absceso discreto, la clave del tratamiento es la terapia antibiótica.

¿Qué SIGNIFICA ESTA EVIDENCIA PARA LA PRÁCTICA

Para las infecciones cutáneas y de estructuras cutáneas no complicadas en mujeres inmunocompetentes, la clindamicina oral y el trimetoprim-sulfametoxazol oral son igualmente eficaces; ambos logran la curación en aproximadamente el 90% de los pacientes.

Dado que hay más cepas de S aureus resistentes a la clindamicina, el trimetoprim-sulfametoxazol puede ser el agente preferido. También es menos caro y, al menos en teoría, es menos probable que cause diarrea inducida por el medicamento.

Los pacientes afectados deben ser seguidos de cerca porque las recurrencias son comunes y, en casos aislados, pueden desarrollarse complicaciones graves como la sepsis.
-Patrick Duff, MD

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