Forma y función.
La mayoría de los ctenóforos son incoloros, aunque el Beroe cucumis es de color rosa y la faja de Venus (Cestum veneris) es de un delicado color violeta. Las especies incoloras son transparentes cuando están suspendidas en el agua, excepto por sus hermosas filas iridiscentes de placas de peine. La mayoría de las jaleas peine son bioluminiscentes; exhiben despliegues nocturnos de luz azulada o verdosa que se encuentran entre los más brillantes y bellos conocidos en el reino animal.
La mayoría de las casi 90 especies conocidas de jaleas peine son esféricas u ovaladas, con un órgano sensorial conspicuo (el estatocisto) en un extremo (aboral) del cuerpo y una boca en el otro (oral). Las ocho filas de peines que se extienden oralmente desde las proximidades del estatocisto sirven como órganos de locomoción. Cada fila de peines está formada por una serie de placas transversales de cilios muy grandes, fusionados en la base, llamados peines. Cuando los cilios baten, la carrera efectiva es hacia el estatocisto, por lo que el animal normalmente nada primero el extremo oral. Las formas más primitivas (orden Cydippida) tienen un par de tentáculos largos, retráctiles y ramificados que funcionan en la captura de alimento. Los tentáculos están repletos de células adhesivas llamadas coloblastos, que sólo se encuentran en los ctenóforos. Estas células producen una secreción pegajosa, a la que se adhieren los organismos presa al entrar en contacto con ella.
La boca desemboca en una faringe tubular, de cuyo extremo aboral surge una compleja y ramificada serie de canales que constituyen el tubo digestivo. Dado que esta estructura cumple tanto funciones digestivas como circulatorias, se conoce como cavidad gastrovascular. Los ctenóforos no tienen un verdadero ano; el canal central se abre hacia el extremo aboral por dos pequeños poros, a través de los cuales puede tener lugar una pequeña egestión.
Las gónadas se desarrollan como engrosamientos del revestimiento de los canales digestivos. El sistema nervioso es una red nerviosa primitiva, algo más concentrada bajo las placas del peine. Es similar al sistema nervioso de los cnidarios. No hay rastro de un sistema excretor.
El exterior del cuerpo está cubierto por una fina capa de células ectodérmicas, que también recubren la faringe. Una segunda capa fina de células, que constituye el endodermo, recubre la cavidad gastrovascular. Entre el ectodermo y el endodermo hay una gruesa capa gelatinosa, la mesoglea. Dado que contiene no sólo muchas células mesenquimales (o tejido conectivo no especializado) sino también células especializadas (por ejemplo, células musculares), la mesoglea forma un verdadero mesodermo. En este sentido, las jaleas peine están más evolucionadas que incluso los cnidarios más complejos.