La Constitución dividió el Gobierno en tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Esa fue una decisión importante porque otorgó poderes específicos a cada rama y estableció algo llamado controles y equilibrios. Tal como suena la frase, el objetivo de los controles y equilibrios era asegurarse de que ninguna rama pudiera controlar demasiado poder, y creó una separación de poderes. Estos son algunos ejemplos de cómo las diferentes ramas trabajan juntas:
- La rama legislativa hace las leyes, pero el Presidente en la rama ejecutiva puede vetar esas leyes con un Veto Presidencial.
- La rama legislativa hace las leyes, pero la rama judicial puede declarar esas leyes inconstitucionales.
- La rama ejecutiva, a través de las agencias federales, tiene la responsabilidad de la aplicación y administración diaria de las leyes federales. Estos departamentos y agencias federales tienen misiones y responsabilidades muy variadas, desde la protección del medio ambiente hasta la protección de las fronteras de la nación.
- El presidente del poder ejecutivo puede vetar una ley, pero el poder legislativo puede anular ese veto con suficientes votos.
- El poder legislativo tiene el poder de aprobar los nombramientos presidenciales, controlar el presupuesto y puede impugnar al Presidente y destituirlo.
- El poder ejecutivo puede declarar órdenes ejecutivas, que son como proclamaciones que tienen fuerza de ley, pero el poder judicial puede declarar esos actos inconstitucionales.
- El poder judicial interpreta las leyes, pero el Presidente nombra a los magistrados del Tribunal Supremo, a los jueces de los tribunales de apelación y a los jueces de los tribunales de distrito que hacen las evaluaciones.
- La rama judicial interpreta las leyes, pero el Senado en la rama legislativa confirma las nominaciones del Presidente para puestos judiciales, y el Congreso puede impugnar a cualquiera de esos jueces y destituirlos.
Vea nuestra infografía «Ramas del Gobierno» para encontrar los controles y equilibrios que ve ilustrados.