#TBT: Compruébalo cada jueves mientras echamos la vista atrás a algunas de nuestras parejas de famosos favoritas de todos los tiempos.
Quién: La actriz y autora tres veces nominada al Emmy y ganadora del Grammy, Carrie Fisher, que falleció a los 60 años en 2016, y el músico Paul Simon, de 78 años, ganador de 16 Grammys.
Cómo se conocieron: En 1978, Fisher y Simon se conocieron en Los Ángeles a través de la actriz Shelley Duvall, de la que la primera era amiga y con la que el segundo salía y vivía desde hacía dos años. Volvieron a coincidir en N.Y. en el Saturday Night Live, que Fisher presentaba ese año. Más tarde, fueron a bailar a Studio 54, una acción por parte de Simon que Fisher contaría más tarde a The New Yorker que era una «ocurrencia rara».
Por qué los amamos: Mucho antes de que Gigi Hadid y Zayn Malik fueran siquiera un destello en los ojos de sus respectivos padres, Fisher y Simon rompían y se reconciliaban repetidamente – PARA. 12. AÑOS. De hecho, estuvieron separados apenas unas semanas antes de que decidieran casarse en el verano del 83, pero más sobre esto después.
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Cuando llegaron a la cima: La relación fue turbulenta, sin duda. Incluso su maldita luna de miel estuvo teñida de drama doméstico. Como Fisher recordó más tarde en sus memorias Wishful Drinking, ella y Simon tuvieron una pelea en su viaje que acabó con la actriz de Star Wars gritando: «¡No sólo no me gustas, sino que no me gustas personalmente!». Y añadió: «Intentamos mantener la discusión después de eso, pero nos reíamos demasiado».
La(s) ruptura(s): Durante una de sus primeras rupturas, en algún momento de 1979, Fisher comenzó a salir (¡y se comprometió en secreto!) con su coprotagonista de Blues Brothers, Dan Aykroyd. En 2008, Fisher finalmente explicó la situación, diciendo al Chicago Tribune que él le había propuesto matrimonio «en la caravana del set». Ella estaba comiendo y empezó a atragantarse con una col de Bruselas cuando Aykroyd entró en acción. «Pensó que me estaba riendo, y luego vio que me estaba muriendo, e hizo la maniobra de Heimlich, y luego como 10 minutos después me pidió que me casara con él, y pensé: ‘Mejor me caso con él. ¿Y si vuelve a pasar?’ Tuvimos anillos, nos hicimos análisis de sangre, todo el tiro. Pero luego volví con Paul Simon».
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El reencuentro duró poco. En junio del 83, Fisher se sinceró sobre otra separación de Simon. «Siempre estaré relacionada con Paul», dijo a People. «¿Cómo no voy a estarlo?». Simon compartió un sentimiento similar en el mismo artículo. «Todavía nos preocupamos mucho el uno por el otro. No hay nadie como Carrie. Tiene una de las mentes más rápidas y divertidas que conozco. Es absolutamente única», dijo al medio. «No hay animosidad»
De hecho, había tan poca animosidad que no sólo se reconciliaron semanas después, sino que decidieron casarse. En agosto, la pareja se casó en el dúplex de Simon en Nueva York con vistas a Central Park, ante un público que, según se dice, incluía a Randy Newman, Lorne Michaels, George Lucas, Kevin Kline, Teri Garr, Christie Brinkley y Billy Joel. «Digamos que hemos tenido un romance tormentoso, y la tormenta por fin ha terminado», dijo Fisher durante los festejos.
Sólo 11 meses después, el matrimonio había terminado. «Salvamos en parte la relación», dijo Fisher a The Washington Post en 1987. «Era una relación basada en una gran conversación. Probablemente debería haber seguido siendo una conversación».
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Sea como sea, el fin del matrimonio de Simon y Fisher no fue el fin de su relación romántica. Siguieron saliendo hasta aproximadamente 1990, cuando hicieron su último viaje juntos, al Amazonas. Mientras estaban allí, la pareja bebió un té psicodélico hecho de la liana caapi (que, por lo que deduzco, es otro nombre para la ayahuasca). Según la biografía de Paul Simon, Homeward Bound, de Peter Ames Carlin, el té llevó a Fisher a tener una visión, que ella describió como «sentirse atrapada bajo el cerebro de Paul, siempre girando y controlando; sobre la forma en que él, como tantos hombres poderosos que ella conocía, asumía su experiencia y control sobre cada situación». Después de eso, la relación se acabó oficialmente.
«Fue muy doloroso no poder hacer que funcionara», dijo Fisher a The New York Times sobre la relación en 2012. «Lo pasamos bien juntos cuando lo hicimos. Teníamos un sentido del humor similar, y nuestras peleas eran a veces hilarantes»
La relación inspiró varias de las canciones de Simon, que Fisher elogió. «Me gustan las canciones que escribió sobre nuestra relación. Incluso cuando me insulta, me gusta mucho. Si te van a insultar, esa es la manera de hacerlo. ‘Graceland’ tiene parte de nosotros», dijo a Rolling Stone en una entrevista que se publicó justo un mes antes de su repentina muerte.
Elaborando sobre el fin de la relación, Fisher dijo al medio: «No soy buena en las relaciones. No soy lo suficientemente cooperativa. No pude darle la paz que necesitaba. Además, es interesante cuando estás con otra celebridad. El tema de la celebridad se neutraliza y puedes dedicarte a tus problemas más importantes. Los dos tuvimos peleas muy interesantes. Es una pena, porque él y yo éramos muy buenos juntos en lo que éramos buenos. Pero, como he dicho, no le proporciono a alguien un hogar realmente tranquilo».
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Y, por supuesto, las historias sobre Simon aparecieron en varios de los libros de Fisher. En 2011, Simon se pronunció sobre las continuas discusiones públicas de su exmujer sobre la relación, diciendo a Rolling Stone: «Ella tiene derecho a su vida y a escribir sobre ella como quiera», aclarando que él no haría lo mismo: «No quiero hablar de Carrie. No quiero decir que me caiga mal. No me desagrada Carrie Fisher. Simplemente no quiero entrar en ello».
El día después del fallecimiento de Fisher, Simon tuiteó: «Ayer fue un día horrible. Carrie era una chica especial y maravillosa. Es demasiado pronto»
Donde están ahora:
Fisher pasó a salir con el agente de CAA Bryan Lourd a principios de los 90, dando la bienvenida a su hija Billie Lourd en el 92. En el 94 Lourd había dejado a Fisher por otro hombre.
La consumada actriz y escritora sufrió un paro cardíaco durante un vuelo de Londres a Los Ángeles a finales de diciembre de 2016. Fue declarada muerta el 27 de diciembre.
Simon se casó con su tercera esposa, la cantante Edie Brickell, en 1992. La pareja comparte tres hijos juntos: Adrian Simon, de 27 años, Lulu Simon, de 25, y Gabriel Simon, de 22. Simon también tiene un hijo de 47 años, Harper, de su matrimonio con Peggy Harper.
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