¿Cómo se comunican los delfines?

Las grandes ballenas pueden comunicarse a grandes distancias (a través de cuencas oceánicas enteras) utilizando frecuencias muy bajas. Sin embargo, los delfines y las marsopas suelen utilizar frecuencias más altas, lo que limita la distancia que pueden recorrer sus sonidos.

En general, los delfines emiten dos tipos de sonidos, «silbidos» y «chasquidos» (escuche las falsas orcas en esta página). Los chasquidos los utilizan para percibir su entorno mediante la ecolocalización, mientras que los silbidos los utilizan para comunicarse con otros miembros de su especie y, muy probablemente, también con otras especies. También se cree que cada delfín tiene un silbido único llamado «silbido característico», que se utiliza para identificar a un individuo.

¿Qué es la ecolocalización?

En general, además de tener una vista extremadamente buena que les permite ver tanto por encima como por debajo del agua, las ballenas dentadas (incluidos los delfines) utilizan un sentido llamado ecolocalización para navegar y cazar bajo el agua.

Esto significa que emiten ondas sonoras y luego detectan e interpretan los ecos que rebotan de otras criaturas y objetos en el agua a su alrededor, lo que les permite construir una imagen de su entorno. Los delfines cazan gracias a su desarrollada ecolocalización, lo que significa que pueden encontrar comida por muy turbia que esté el agua. No sólo eso, sino que incluso pueden utilizarla para identificar cualquier presa que pueda estar escondida, por ejemplo, bajo la arena.

Los cachalotes también utilizan la ecolocalización para orientarse en las oscuras profundidades del océano y para ayudar a cazar calamares. Aunque son muy breves, los chasquidos que emiten son el sonido más fuerte del reino animal.

¿Cómo oyen las ballenas y los delfines?

Las ballenas y los delfines tienen orejas, pero no tienen oídos externos y pegados como los nuestros para canalizar el sonido, ya que necesitan ser aerodinámicos para vivir en el agua. Sus canales auditivos no están abiertos al exterior. En su lugar, suelen escuchar los sonidos a través de estructuras especiales en sus mandíbulas.

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