Cómo Santana alucinó con uno de los mejores sets de Woodstock (el suyo propio)

Nos habían dicho que íbamos a tocar dos bandas después de Grateful Dead. Nos dijo: «Bueno, tío, será mejor que te pongas cómodo porque, al parecer, no vamos a salir hasta la una de la madrugada. Esto es un lío. Y por cierto, ¿quieres tomar un poco de esto?» Era mescalina. Y yo dije: «Veamos, son las 12:30 de la tarde. A las dos de la mañana estaré bien». Solía tomar mucho LSD y mescalina, así que conocía el tiempo. Después de ocho o diez horas, entras en lo que llamamos el estado de ameba. Tus pensamientos se vuelven muy galácticos y universales y microscópicos.

Dos horas después de tomarlo, había una cara que me decía: «Tienes que seguir ahora mismo, si no, no vas a jugar». Para este momento yo estaba realmente, realmente en ello, ¿sabes? Me aferré a mi fe, y a lo que mi madre me enseñó. Le pedí, una y otra vez, «Sólo ayúdame a mantenerme afinado y a tiempo.»

Supongo que en 1969, la mescalina de Jerry García era bastante potente.

Oh, lo era. Yo me había drogado con ellos un año antes. Me tomó dos o tres días coordinar después de eso. Me habían bautizado en la expansión de la conciencia, lo llamaré así, así que eso no me asustó.

Ya sabíamos que tenían fama de dosificar a otras bandas y como íbamos a abrir para ellos en Las Vegas, me aseguré de lavar cuidadosamente esta lata de Coca-Cola que iba a beber. Pero lo que no sabía es que sabían poner una jeringa en la lata de refresco. Así que tocamos nuestro set y nos fuimos, y en el camino del aeropuerto al avión, el pasillo se hacía cada vez más largo. Los colores de la moqueta y de la pared empezaron a rezumar como lava. Dije: «Uh oh, me han pillado». Cuando me senté en el avión, miré por la ventana mientras despegábamos y las luces de Las Vegas parecían jeroglíficos aztecas. Dije, «Esto va a ser intenso».

Cuando estabas en el escenario de Woodstock, ¿estabas alucinando?

Oh, totalmente. Puedes decirlo por mi lenguaje corporal. Estoy luchando con la guitarra – no luchando en conflicto, sino como un surfista, luchando para mantener y sostener un equilibrio. Esa es la clave de todo en la vida. Tanto si eres heterosexual como si tomas mescalina, mantén la compostura y el equilibrio.

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