La inclusión en el aula
La historia de la inclusión en el sistema escolar estadounidense es bastante breve. Durante muchos años, los niños con necesidades especiales eran enviados a sus propias escuelas o se les dejaba fuera de la educación por completo. Las mejoras en la inclusión han sido graduales a lo largo de los años. Primero las escuelas abrieron unidades de educación especial en las que los niños tenían poco o ningún contacto con sus compañeros típicos. Hoy en día tenemos la obligación de educar a los alumnos en el entorno menos restrictivo, lo que significa que, con suerte, los niños pasan la mayor parte de sus días en el aula de educación ordinaria.
Desgraciadamente, aunque las leyes han cambiado, no todas las escuelas se han adaptado para ser inclusivas. En nuestra sociedad actual, tenemos una plétora de información a nuestro alcance para ayudarnos a entender la variedad de necesidades especiales que tienen los estudiantes. Con el aumento de la comprensión y la tecnología ahora, más que nunca, los niños con necesidades especiales deben ser incluidos en el aula regular. Es lo mejor para todos los niños.
Ventajas de la inclusión
¿Cuáles son las ventajas de la inclusión? Algunos argumentan que estar en el aula ordinaria es demasiado frustrante para los niños con necesidades especiales porque no pueden seguir el ritmo. Sin embargo, las ventajas de la inclusión superan con creces los inconvenientes, y éstos a menudo pueden mitigarse.
Modelos de rol: La inclusión es mejor para los niños con necesidades especiales porque pueden ver a otros niños «típicos» y emularlos. Tienen la oportunidad de aprender comportamientos sociales aceptables y de aprender de sus compañeros.
Desarrollo social y emocional: La escuela no es sólo una cuestión de necesidades académicas. También hay que tener en cuenta las necesidades sociales y emocionales de los niños. Es importante que los niños tengan una experiencia escolar lo más normal posible.
Aumento de la tolerancia: La inclusión es mejor para los niños sin necesidades especiales que mantener aislados a los niños con necesidades especiales. Cuanto más se incluya a los niños con necesidades especiales, más empezarán sus compañeros a ver a los niños por lo que son.
Los niños de las aulas inclusivas tienen más oportunidades de desarrollar la tolerancia a las diferencias y la empatía hacia los demás.
Crear un clima inclusivo
Para que la inclusión funcione bien, las escuelas y las aulas deben fomentar entornos inclusivos. Pero, ¿cómo?
Construir relaciones: Es importante que los profesores fomenten una relación de tú a tú con cada uno de sus alumnos en la medida de lo posible. Esto puede lograrse saludando a cada uno de ellos en la puerta, preguntándoles por sus intereses y utilizando elogios genuinos en el aula.
Celebrar la diversidad: Preste atención a los materiales que utiliza en clase. ¿Representan a niños de diversos orígenes y con distintas capacidades? ¿Cómo representan los libros, vídeos y otros materiales a los niños con necesidades especiales? Celebre la diversidad en su aula y enseñe a sus alumnos a hacer lo mismo.
Educarse: Edúcate a ti mismo sobre las discapacidades específicas que tiene cualquiera de los estudiantes con los que trabajas. Así podrá educar a sus alumnos. La educación conduce a la comprensión, que a su vez conduce a la compasión y a la conexión.
Fomentar la interacción: Ofrezca a los alumnos oportunidades de interactuar entre ellos para que puedan crear amistades y un sentido de comunidad.
Enfoque basado en los puntos fuertes: Todo el mundo tiene puntos fuertes y débiles. Ayude a los niños a desarrollar sus puntos fuertes y vea que los niños con necesidades especiales también tienen puntos fuertes. Concéntrese en el progreso, por pequeño que sea.
Estrategias de enseñanza para la inclusión
Estas estrategias de enseñanza ayudan a los estudiantes de todos los orígenes a tener éxito en el aula de educación regular.
Diferenciar la instrucción: Cuando los profesores diferencian, todos los alumnos pueden participar y trabajar según su capacidad actual.
Hacer que los objetivos sean claros: Colocar y repasar los objetivos en un lenguaje apropiado para la edad ayuda a todos los alumnos a alcanzar el objetivo deseado de cada lección. Es especialmente útil para los niños con necesidades especiales.
Adaptarse: Los profesores son maestros en la adaptación. Observamos a nuestros alumnos y los evaluamos constantemente, reduciendo la velocidad cuando no entienden algo y acelerando cuando está claro que ya lo han entendido. Retamos a los que están preparados para más y proporcionamos apoyo adicional a los que lo necesitan.
Enseñanza explícita y modelado: Modelar para los alumnos y pasar gradualmente la responsabilidad al alumno. El enfoque «yo hago, nosotros hacemos, tú haces» es especialmente beneficioso para los niños con necesidades especiales; les da el apoyo que necesitan para seguir el ritmo de las actividades tradicionales del aula.
Tenga una actitud positiva: Como profesor, su actitud positiva respecto a la inclusión marca la pauta para el resto de la clase.
Si considera que tener alumnos con necesidades especiales en su aula es una oportunidad de crecimiento y algo positivo, sus alumnos también lo harán.
Enseñe a diferentes estilos de aprendizaje: Varíe los estilos de aprendizaje a los que se dirige. Utilice diferentes enfoques e intente atender a muchos estilos de aprendizaje diferentes para que todos los alumnos puedan aprender. Por ejemplo, en una lección puedes incorporar el movimiento y la música mientras que en otra animas a los alumnos a escribir y dibujar.
Inclusión para todos
La inclusión es buena para todos los alumnos. Las estrategias que utilizan los profesores para que el aula de educación ordinaria sea adecuada para los alumnos con necesidades especiales son útiles para todos los alumnos. Incluir a alumnos de todos los orígenes y capacidades aumenta la tolerancia y la empatía entre los estudiantes. La inclusión merece la pena.
Por: Amy Curletto
Amy ha estado enseñando durante 12 años en los grados K-2. Tiene una licenciatura en Educación Infantil y Primaria y también tiene endosos en lectura y ESL. Además de la educación, su otra pasión es la escritura y siempre ha soñado con ser escritora. Vive en Utah con su marido, sus tres hijas y su schnauzer miniatura. Le gusta leer, tejer y acampar.