Cómo calentar la leche materna

¿Se puede calentar la leche materna después de haberla guardado en la nevera o el congelador? ¿Cuál es la mejor manera de preparar la leche materna almacenada?

Si decide extraerse la leche materna, probablemente se haya hecho estas preguntas. Muchas mujeres optan por extraerse y almacenar su leche materna porque buscan una mayor flexibilidad en su horario de alimentación.

Sin embargo, eso conlleva algunos requisitos técnicos, como mantener la leche materna fría mientras está almacenada y calentarla adecuadamente para garantizar que sea segura para su bebé.

En este artículo, hablaremos de todo lo que necesita saber sobre cómo calentar la leche materna.

¿Cómo debo almacenar la leche materna?

Si decide extraerse la leche materna, es necesario almacenarla en un lugar frío hasta que esté lista para volver a utilizarla. Los métodos que utilice para almacenar su leche materna deben estar determinados por el momento en que piense utilizarla de nuevo.

Contenedores de leche materna

Hay muchos contenedores creados específicamente para almacenar la leche materna. Entre ellos se encuentran:

  • Botellas de plástico sin BPA.
  • Botellas de vidrio.
  • Bolsas para el congelador.

Incluso puede comprar kits completos que contienen un refrigerador de leche materna, un extractor de leche y contenedores de almacenamiento. Evite utilizar bolsas de plástico normales, ya que pueden reventar cuando se congelan y el plástico puede filtrarse a la leche materna.

Mejor temperatura para almacenar la leche materna

Es importante almacenar la leche materna a la temperatura correcta para evitar la proliferación de bacterias, especialmente si almacena un biberón a medio usar que ha estado expuesto a la saliva.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. proporcionan estas directrices útiles para garantizar un almacenamiento seguro (1):

  • Leche materna fresca: La leche materna recién extraída puede almacenarse en un refrigerador a 40 °F durante un máximo de 4 días o en un congelador a 0 °F durante un máximo de seis meses.
  • Leche materna descongelada: La leche materna descongelada puede volver a colocarse en el frigorífico durante un máximo de 1 día. Nunca debe volver a congelarse y reutilizarse.
  • Biberón sin terminar: Hay que reutilizar la leche materna de un biberón del que se haya alimentado el bebé en las dos horas siguientes a la toma. Se puede guardar directamente en la encimera o en la nevera. Después de 2 horas, deséchalo. La saliva empezará a descomponer las enzimas de la leche y las bacterias pueden crecer.

Es posible que quieras conseguir un sistema de almacenamiento que te permita llevar un control del tiempo que la leche materna ha estado en tu congelador o nevera. También puede desarrollar el suyo propio utilizando post-its, marcadores de tiza o lo que le resulte más fácil.

¿Por qué calentar la leche materna?

El hecho es que no necesita calentar la leche materna. La leche materna no necesita alcanzar una determinada temperatura después de ser descongelada para ser utilizable. Mientras haya alcanzado un estado líquido, sin cristales de hielo, es segura para que tu bebé la ingiera.

Sin embargo, muchos bebés prefieren la leche materna caliente. Calentar la leche materna puede quitarle el frío, haciendo que la experiencia de alimentación sea más confortable. La leche materna caliente también puede ayudar a calmar a los bebés durante las tomas.

¿Cómo calentar la leche materna?

Calentar la leche materna es sencillo. Sólo tiene que seguir estos tres pasos:

  • Descongelar: Descongele la leche materna en la nevera durante la noche. Debe alcanzar un estado totalmente líquido. No descongele la leche materna congelada a temperatura ambiente.
  • Caliente: Coloque la leche materna descongelada en un recipiente con agua caliente durante 20 minutos.
  • Remolino: Agite la leche dentro del biberón para distribuir uniformemente el calor y reconstituirla.
Si tiene prisa y la leche está congelada en bolsas, puede descongelar y calentar la leche manteniendo la bolsa bajo el chorro de agua caliente. Puede utilizar los dedos para romper los cristales de hielo, lo que acelerará el proceso.

Nota del editor:

Michelle Roth, BA, IBCLC

Lo que más cuidado debe tener es el sobrecalentamiento. Si la leche materna se calienta demasiado, no sólo pierde algunos de sus nutrientes beneficiosos, sino que puede quemar al bebé. El biberón, especialmente si es de cristal, también puede sobrecalentarse y quemar la piel de tu bebé al tocarlo.

Consejo profesional

Nunca calientes la leche materna en el microondas. Los microondas calientan de forma desigual, lo que podría provocar puntos calientes. También le resultará difícil asegurarse de que la leche materna no se ha calentado demasiado.

Calentar la leche materna sobre la marcha

A menos que piense no salir nunca de casa con su bebé, seguro que habrá momentos en los que necesitará alimentarse sobre la marcha sin las comodidades del hogar. Mientras que algunas madres optan por dar el pecho en público, otras optan por llevar biberones de leche materna.

Aquí tienes algunas ideas sobre cómo mantener el flujo de leche materna, independientemente del lugar al que vayas.

Lleva biberones descongelados

La leche materna descongelada puede mantenerse a temperatura ambiente durante dos horas. Si su salida es corta, simplemente guarde los biberones descongelados en su bolsa de pañales favorita.

Lleve una nevera

Si tiene previsto estar fuera durante un periodo de tiempo prolongado, considere una solución de almacenamiento más duradera.

Si su bebé va a tomar leche materna fría, lleve los biberones en una nevera como ésta. Mantendrá la leche materna segura hasta doce horas.

Lleva un calentador de viaje

Si tu bebé prefiere la leche materna caliente, mantén los biberones en la nevera pero utiliza un calentador de biberones de viaje para calentarla. También puedes poner el biberón bajo el agua caliente de un cuarto de baño o pedirle al camarero de un restaurante un vaso de agua caliente.

Evita guardar la leche materna en un coche caliente y asegúrate de controlar el tiempo que los biberones han estado a temperatura ambiente para evitar que se estropeen. Compruebe siempre la temperatura antes de dársela a su bebé.

Comprobar la temperatura de la leche materna

La forma más fácil de comprobar la temperatura de la leche materna es poner unas gotas en la parte interior de su muñeca. Debe estar ligeramente tibia, pero no caliente. Si crees que está demasiado caliente, ¡imagina el efecto en la sensible piel de tu bebé!

También puedes comprar un pequeño comprobador de temperatura diseñado pensando en los biberones. Todo lo que tiene que hacer es colocar el biberón en la pequeña báscula y el dispositivo le dirá la temperatura de su biberón.

La temperatura ideal para la leche materna es de aproximadamente 98,6 °F, justo alrededor de la temperatura corporal media.

No ponga el dedo en la leche materna ni se lleve el biberón a los labios: esto aumentará el riesgo de transmitir gérmenes a su bebé.

¿Se puede calentar demasiado la leche materna?

La principal preocupación de sobrecalentar la leche materna es quemar la boca y la piel sensibles de su bebé al intentar beber la leche o tocar el biberón caliente.

El sobrecalentamiento también daña la leche materna, destruyendo muchos de los nutrientes importantes que su bebé necesita (2).

Si accidentalmente sobrecalienta un biberón de leche materna, puede enfriarlo y será seguro para su bebé. Sin embargo, debe asegurarse de que la leche materna se utilice antes de dos horas.

¿El calentamiento cambia la leche materna?

La leche materna puede tener un aspecto ligeramente diferente después de guardarla y cuando la calienta.

Una vez que la leche está refrigerada o congelada, puede separarse. La grasa de la leche se desplaza a la parte superior mientras que el líquido se hunde en el fondo. Basta con agitar el biberón una vez que se haya calentado para volver a mezclar los sólidos.

Después de calentarla, es normal que la leche materna cambie de color. Puede adquirir un tono azul, amarillo o incluso marrón (3). Esta decoloración no suele ser un signo de que algo vaya mal en la leche materna y sigue siendo segura para su bebé.

Cuando la leche materna se estropea

Hay ocasiones en las que un biberón puede haberse dejado fuera demasiado tiempo, o esa porción de leche materna descongelada en la nevera no parece estar bien. En estas situaciones, es fundamental recordar que la leche materna puede estropearse.

Hay algunos identificadores clave para detectar la leche materna estropeada.

Curdido

Al igual que con la leche de vaca, el signo más evidente de que se está estropeando será el mal olor y el cuajado. Aunque la leche materna se separe, debería volver a mezclarse fácilmente. Si no lo hace, es posible que esté mala.

Sabor agrio

Si le preocupa su leche materna y estos otros signos no están claros, pruébela. Si se ha estropeado, tendrá un fuerte sabor agrio.

Huele a jabón

En ocasiones, la leche materna almacenada tendrá un olor o sabor que suele describirse como jabonoso. Se cree que esto se debe al exceso de lipasa en su leche. Esta leche sigue siendo segura para su bebé, aunque algunos bebés la rechazan debido al cambio de sabor.

Si cree que esto ocurre con su leche, puede probar a escaldar y enfriar rápidamente la leche recién extraída antes de almacenarla (4). Si tiene leche previamente congelada que su bebé no acepta, considere la posibilidad de intentar mezclarla con leche recién extraída.

No hay ninguna forma conocida de eliminar el olor y el sabor a jabón una vez que la leche se ha congelado y descongelado, aunque algunas madres sugieren que añadir extracto de vainilla puede hacerla más agradable al paladar.

Juega a lo seguro

Si no está segura de si la leche materna se ha estropeado o no, vaya a lo seguro y tírela. Asegúrate de llevar la cuenta de la edad de tu leche materna. Muchas bolsas de congelación y biberones tienen un espacio para escribir la fecha y la hora.

Utilice primero la leche materna con la fecha más antigua. Clasifíquelas en su congelador para que estén justo delante y listas para ser sacadas primero.

Consejo profesional

Asegúrese de limpiar y esterilizar los biberones y el sacaleches correctamente. Si no se limpian correctamente, la leche materna antigua pegada al biberón o al sacaleches puede contaminar la nueva leche materna (5).

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