NOTA IMPORTANTE: Si no está seguro de si alguien se está lastimando a propósito con intenciones suicidas, lea nuestra guía sobre cómo ayudar a alguien que es suicida para obtener más información sobre cómo ayudar a hacer esa determinación. Este artículo sólo abordará las autolesiones no suicidas.
Las autolesiones -o autoagresiones- pueden surgir de muchas formas diferentes y, a los efectos de este artículo, se realizan por motivos distintos al intento de suicidio.
Las autolesiones pueden consistir en cualquiera de los siguientes comportamientos:
– Rasgar o desgarrar la piel.
– Tallar palabras o formas en la piel.
– Cortar, pellizcar o arañar la piel.
– Quemar la piel.
– Impedir que las heridas sanen.
– Arrancarse el pelo.
– Dar puñetazos o golpes a objetos hasta que empiecen a sangrar.
– Tomar una sobredosis de medicamentos a propósito sin intención suicida.
Puede ser angustioso descubrir que alguien que conoces se autolesiona, pero hay formas de proporcionarle apoyo.
Esta guía le ayudará a entender el problema y le explicará cómo ayudar a alguien que se autolesiona.
Por qué la gente se autolesiona
Desgraciadamente, las autolesiones son relativamente comunes en los adultos jóvenes. Aquellos que se autolesionan pueden hacerlo por una variedad de razones, incluyendo:
Como puede ver, las razones varían, y es importante darse cuenta de que la autolesión se hace generalmente en respuesta a algún nivel de angustia. Es un mecanismo de afrontamiento, así que cuando decida ayudar, debe centrarse en resolver la angustia, no la conducta autolesiva.
Cómo ayudar a alguien que se autolesiona
Si sospecha que alguien que conoce se está autolesionando, Primeros Auxilios en Salud Mental le enseña a seguir los pasos de acción de ALGEE:
- EVALUAR el riesgo de daño: Si se encuentra con una persona que se autolesiona, pregunte si necesita atención médica. Si la persona parece estar inconsciente, confusa o desorientada, o si tiene una hemorragia rápida, llame al 911. También llame al 911 si encuentra a alguien con una sobredosis o que ha ingerido veneno.
- ESCUCHE sin juzgar: Si la persona no tiene lesiones que pongan en peligro su vida, inicie una conversación con ella. Explique el comportamiento que ha observado y que está preocupado por su bienestar. Mientras hablas, es importante que no juzgues. No des la alarma ni castigues a la persona. Mantenga la calma y trate de encontrar formas de aliviar el origen de la angustia.
- DÉ tranquilidad e información: Haga siempre hincapié en que la recuperación es posible. Si quieren o necesitan más información sobre lo que están viviendo, hábleles de las alternativas S.A.F.E. (Self-Abuse Finally Ends). Pueden leer los recursos en línea en selfinjury.com o pueden llamar a la línea de información al 1-800-DON’T-CUT (366-8288).
- ALIENTA la ayuda profesional apropiada: Dado que las autolesiones son un síntoma de un problema subyacente, es importante apoyar a la persona para que encuentre la ayuda adecuada. A menudo, la persona está experimentando una angustia psicológica o una enfermedad mental que necesita ser tratada. Aunque quieras ser persuasivo, asegúrate de que la persona sigue tomando sus propias decisiones sobre cómo proceder con el tratamiento. Pero puede sentirse libre de llamar a los médicos para encontrar uno que acepte nuevos pacientes, ir con ellos a las citas, ofrecerse a conducir o ayudar de formas similares.
- ANIME la autoayuda y otras estrategias de apoyo: Pregunte a la persona qué le ha ayudado a sentirse mejor en el pasado o qué apoyos -ya sea la familia, los amigos, las comunidades religiosas u otros grupos- han sido beneficiosos. Anímele a recurrir a esas fuentes de consuelo y a probar otras estrategias de autoayuda, como el ejercicio, el entrenamiento de relajación o lo que mejor se adapte a su situación.