Cáncer de tráquea – El Centro para el Cáncer y los Trastornos de la Sangre

Cáncer de tráquea

La tráquea

La tráquea es el tubo que conecta la boca y la nariz con los pulmones. Se divide en dos tubos, llamados bronquio derecho e izquierdo, donde se une a cada pulmón. El aire pasa por la tráquea para entrar y salir de los pulmones al respirar.

La tráquea está delante del esófago (garganta), que es el tubo por el que bajan los alimentos. La tráquea mide entre 10 y 16 cm (5-7 pulgadas) de largo. Está formada por anillos de tejido duro y fibroso (cartílago). Puede sentirlos si se toca la parte delantera del cuello.

Diagrama para mostrar la posición de la tráquea

Causas del cáncer de tráquea

No sabemos exactamente qué causa el cáncer de tráquea. El tipo más común de cáncer de tráquea se llama cáncer de células escamosas. El cáncer de células escamosas está vinculado a fumar cigarrillos. Sin embargo, otros tipos de cáncer de tráquea no parecen ser causados por el tabaquismo.

Síntomas del cáncer de tráquea

Los síntomas más comunes del cáncer de tráquea son:

  • una tos seca
  • sin respiración
  • una voz ronca
  • dificultad para tragar
  • fiebre, escalofríos e infecciones en el pecho que vuelven a aparecer
  • tusar con sangre
  • respiración ruidosa o sibilante.

Estos síntomas pueden estar causados por otras afecciones, pero es importante que los revise su médico.

Diagnóstico del cáncer de tráquea

Por lo general, se empieza por consultar al médico de cabecera. Si no está seguro de cuál es el problema, o cree que sus síntomas podrían estar causados por el cáncer, le remitirá a un especialista del hospital.

En el hospital, el médico especialista le examinará y le preguntará sobre sus síntomas y su salud general. Organizará las pruebas que necesite. Se pueden utilizar varias pruebas para ayudar a diagnosticar el cáncer de tráquea y comprobar si se ha extendido:

Rayos X

Los rayos X utilizan rayos de alta energía para tomar una imagen del interior de su cuerpo. El médico puede utilizar una radiografía del tórax para observar los pulmones y la tráquea.

Pruebas de la función pulmonar

Estas sencillas pruebas miden el funcionamiento de los pulmones. Usted lleva una pinza nasal y respira a través de una pieza bucal en una máquina. El médico o la enfermera le dirán cuándo y con qué intensidad debe respirar. Por lo general, usted se sienta mientras le hacen las pruebas de función pulmonar. Pueden durar entre 30 y 60 minutos.

Tomografía computarizada

Una tomografía computarizada toma una serie de radiografías que construyen una imagen tridimensional del interior del cuerpo. La exploración es indolora y dura entre 10 y 30 minutos. El TAC utiliza una pequeña cantidad de radiación, que es muy poco probable que le perjudique a usted y no dañará a nadie con quien entre en contacto. Es posible que se le pida que no coma ni beba durante al menos cuatro horas antes de la exploración.

Es posible que se le administre una bebida o una inyección de un colorante, que permite que determinadas zonas del cuerpo se vean más claramente en la exploración. Durante unos minutos, esto puede hacer que sienta calor en todo el cuerpo. Si es alérgico al yodo o tiene asma, podría tener una reacción más grave a la inyección, por lo que es importante que se lo comunique a su médico de antemano.

Resonancia magnética

Esta prueba es similar a la tomografía computarizada, pero utiliza el magnetismo en lugar de los rayos X para construir una imagen detallada de zonas de su cuerpo. Antes de la exploración, es posible que se le pida que rellene y firme una lista de comprobación. Esto es para asegurarse de que es seguro para usted tener una resonancia magnética.

Antes de la exploración se le pedirá que se quite cualquier pertenencia de metal, incluyendo las joyas. A algunas personas se les administra una inyección de colorante en una vena del brazo. Esto se denomina medio de contraste y puede ayudar a que las imágenes de la exploración se vean con mayor claridad. Durante la prueba, se le pedirá que permanezca muy quieto en una camilla dentro de un cilindro largo (tubo) durante unos 30 minutos. Es indoloro, pero puede ser ligeramente incómodo, y algunas personas sienten un poco de claustrofobia durante la exploración. También es ruidosa, pero le darán tapones para los oídos o auriculares.

Broncoscopia flexible

El médico examina su tráquea utilizando un tubo fino y flexible con una luz y una cámara en el extremo (broncoscopio). El médico pasa el broncoscopio por la nariz o la boca y baja hasta la tráquea. Con el broncoscopio puede tomar fotografías y pequeñas muestras de tejido (biopsias) de cualquier zona que no parezca normal. Un médico especializado en el análisis de las células (patólogo) examina la biopsia con un microscopio para buscar signos de cáncer.

Se le pedirá que no coma ni beba nada durante unas horas antes de la broncoscopia. Justo antes de la prueba, es posible que se le administre un sedante suave para que se sienta somnoliento y relajado. Una vez que esté cómodo, el médico le rociará un anestésico local en la parte posterior de la garganta para adormecerla.

La prueba puede ser incómoda, pero sólo dura unos minutos. No debe comer ni beber durante al menos una hora después, o hasta que deje de sentir la garganta adormecida. Podrá irse a casa cuando se le pase el efecto del sedante, pero no debe conducir durante las 24 horas siguientes a la prueba. Si es posible, pida a alguien que le recoja en el hospital, ya que puede sentirse somnoliento.

Broncoscopia rígida

En lugar de un broncoscopio flexible, el médico puede utilizar un broncoscopio recto y firme para mantener la tráquea firme mientras la examinan y toman biopsias. Para ello se suele aplicar anestesia general y es posible que tenga que pasar la noche en el hospital.

Una ecografía endoscópica

Es similar a una broncoscopia flexible, pero utiliza ondas sonoras para crear una imagen en una pantalla de ordenador. El médico pasa una sonda de ultrasonidos en el extremo del broncoscopio dentro de la tráquea para examinar las zonas cercanas.

Esta prueba dura menos de una hora y, por lo general, se puede volver a casa el mismo día.

Estadística y clasificación del cáncer de tráquea

Estadística del cáncer de tráquea

El estadio de un cáncer describe su tamaño y si se ha extendido. Conocer el estadio ayuda a los médicos a decidir el mejor tratamiento para usted. Se utilizan diferentes tipos de sistemas de estadificación para diferentes tipos de cáncer. Pero como el cáncer de tráquea es poco frecuente, no existe un sistema estándar para él.

Su médico puede darle más información. Es posible que describa el estadio del cáncer como:

  • temprano o local para describir el cáncer que sólo está en la tráquea
  • localmenteavanzado para describir el cáncer que se ha extendido a zonas cercanas del cuerpo
  • metastásico o avanzado para describir el cáncer que se ha extendido a órganos distantes, como los pulmones, el hígado o los huesos.

Grado del cáncer de tráquea

El grado de un cáncer da al médico una idea de la rapidez con que puede desarrollarse. Los médicos observarán una muestra de las células cancerosas bajo un microscopio para encontrar el grado del cáncer.

  • Grado bajo significa que las células cancerosas tienen un aspecto similar al de las células normales.
  • Grado alto significa que las células tienen un aspecto más anormal.

Un tumor de bajo grado suele crecer más lentamente y es menos probable que se extienda que un tumor de alto grado.

Tratamiento del cáncer de tráquea

Su tratamiento dependerá del estadio y el grado del cáncer y de su salud general. Los principales tratamientos para el cáncer de tráquea son la cirugía y la radioterapia. Si es posible, el cáncer se extirpa completamente con la cirugía. Después se suele administrar radioterapia para reducir el riesgo de reaparición del cáncer. La radioterapia también puede utilizarse si el tumor está en un lugar difícil de operar, o para las personas que no pueden someterse a una operación.

La quimioterapia se administra a veces después de la cirugía o la radioterapia para reducir el riesgo de que el cáncer vuelva a aparecer.

La radioterapia o la quimioterapia también pueden administrarse para aliviar los síntomas si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo. Si el tumor bloquea las vías respiratorias o dificulta la respiración, hay otros tratamientos que pueden ayudar.

Cirugía

El cirujano puede extirpar por completo un cáncer local temprano. Para ello, extirpa la sección de la tráquea en la que se encuentra el cáncer y luego vuelve a unir los extremos cortados. Se trata de una cirugía especializada, por lo que sólo está disponible en algunos hospitales. Es posible que tenga que viajar a un hospital donde un equipo de cirujanos especializados con experiencia en este tipo de cirugía pueda atenderle.

La idea de someterse a cualquier tipo de cirugía puede ser aterradora. Su cirujano o enfermera especializada le explicará lo que puede esperar y responderá a cualquier pregunta antes de la operación.

Después de la operación

Se le cuidará en una unidad de alta dependencia o en cuidados intensivos durante unos días. Tendrás una herida en el cuello o en el pecho. Para empezar, tendrás tubos de drenaje para eliminar cualquier líquido o sangre extra de la zona. Hasta que pueda beber correctamente, se le administrarán líquidos por goteo (infusión). Un fisioterapeuta le ayudará a realizar ejercicios de respiración y a expulsar cualquier flema (esputo).

Es posible que le pongan un punto de sutura bajo la barbilla o un collarín. Esto mantiene su cabeza en una posición segura que protege la tráquea mientras se cura. Aproximadamente una semana después de la operación, el médico o la enfermera le quitarán los puntos o el collarín. La tráquea será ligeramente más corta, por lo que deberá tener cuidado al mover la cabeza durante un tiempo. Su cirujano le aconsejará al respecto.

Radioterapia

La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas, haciendo el menor daño posible a las células normales. La radioterapia puede administrarse después de la cirugía para reducir el riesgo de que el cáncer vuelva a aparecer, o si no se ha podido extirpar parte del cáncer. Si no puede operarse, la radioterapia puede utilizarse como primer tratamiento. También puede administrarse para aliviar los síntomas del cáncer que se ha extendido fuera de la tráquea.

El tratamiento se realiza en pequeñas dosis (denominadas fracciones) durante 3-7 semanas. Se administra mediante una máquina de radioterapia, que es similar a una gran máquina de rayos X. La duración del tratamiento depende del tipo de tumor que tenga y de su tamaño. La radioterapia sólo trata la zona del cuerpo a la que se dirigen los rayos. No le hace radiactivo. Si recibe radioterapia para controlar los síntomas, como el dolor, es posible que sólo necesite unos días de tratamiento o incluso una sola dosis.

Efectos secundarios de la radioterapia

Puede tener efectos secundarios durante la radioterapia. Por lo general, éstos desaparecen gradualmente en el transcurso de unas semanas o meses después de finalizar el tratamiento. Su equipo de radioterapia le informará de lo que puede esperar. Infórmeles sobre cualquier efecto secundario que tenga. A menudo hay cosas que se pueden hacer para ayudar.

Después de 2-3 semanas de tratamiento, el principal problema que es probable que note es la dificultad para tragar. Esto ocurre porque la radioterapia puede hacer que su garganta esté dolorida y seca por dentro. También puede tener ardor de estómago o indigestión.

Si le resulta difícil comer y beber, informe a su médico o enfermera. Pueden darle consejos y medicamentos para ayudarle. Pueden remitirle a un dietista para que le asesore. Es posible que necesite complementos alimenticios para añadir energía y/o proteínas adicionales a su dieta. Algunos pueden utilizarse para sustituir las comidas, mientras que otros se utilizan como complemento de la dieta normal. Algunos de estos productos pueden adquirirse directamente en la farmacia o en el supermercado, pero su médico, enfermera o dietista también pueden recetárselos.

La radioterapia también puede hacer que la tráquea y los pulmones estén doloridos e hinchados. Esto puede hacer que se sienta sin aliento o que tenga tos seca o dolor en el pecho. Puede comenzar en las semanas posteriores al tratamiento y suele mejorar con el tiempo. Si nota estos efectos secundarios, informe a su médico. Ellos pueden darle medicamentos y tratamiento para ayudarle.

Su equipo de radioterapia le dará consejos sobre el cuidado de la piel durante el tratamiento. Es habitual que se produzca una reacción cutánea en la zona del pecho y el cuello que se está tratando. La piel puede volverse dolorida y enrojecida. Esto suele comenzar unas 2 ó 3 semanas después del inicio del tratamiento y puede durar entre 3 y 4 semanas después de terminar el tratamiento. Informe a su equipo de radioterapia si le duele la piel. Pueden darle analgésicos y consejos sobre el cuidado de la piel hasta que se cure.

Tenemos más información sobre la radioterapia y cómo afrontar los efectos secundarios.

Quimioterapia

La quimioterapia es el uso de fármacos anticancerígenos (citotóxicos) para destruir las células cancerosas. La quimioterapia se administra a veces junto con la radioterapia si el cáncer de tráquea no puede eliminarse con cirugía. La quimioterapia también puede administrarse para ayudar a controlar los síntomas del cáncer que se ha extendido.

Efectos secundarios de la quimioterapia

Los efectos secundarios dependen del fármaco o la combinación de fármacos que se le administren. Su médico o enfermera le explicará cualquier tratamiento que se le ofrezca y lo que puede esperar. Infórmeles sobre cualquier efecto secundario durante el tratamiento. A menudo pueden recetar medicamentos para reducirlos.

La quimioterapia puede reducir el número de glóbulos blancos en la sangre durante el tratamiento. Esto le hará más propenso a contraer una infección. Su médico o enfermera le aconsejará sobre qué hacer si esto ocurre.

La quimioterapia también puede causar otros efectos secundarios, como sensación de cansancio, dolor de boca, sensación de malestar (náuseas) o malestar (vómitos), diarrea y caída del cabello. Informe a su médico o enfermera sobre cualquier efecto secundario, ya que a menudo pueden aconsejarle y ayudarle a reducirlos.

Tenemos más información sobre cómo hacer frente a los efectos secundarios de la quimioterapia y sobre los diferentes medicamentos de quimioterapia.

Otros tratamientos para el cáncer de tráquea

Si el tumor le dificulta la respiración, puede necesitar otros tipos de tratamiento para despejar la tráquea. Podría necesitarlo para controlar los síntomas respiratorios causados por el cáncer avanzado. Pero estos tratamientos también pueden utilizarse antes de comenzar el tratamiento para estadios mucho más tempranos del cáncer.

Estos tratamientos suelen realizarse mediante broncoscopia rígida mientras usted está bajo anestesia general. Su médico le explicará lo que puede esperar y los posibles efectos secundarios del tratamiento.

Cirugía broncoscópica

El médico utiliza instrumentos quirúrgicos a través del broncoscopio para extirpar la parte del tumor que bloquea la tráquea.

Radioterapia interna (braquiterapia)

Este tipo de radioterapia puede utilizarse para reducir el tamaño del tumor en la tráquea. Se coloca un tubo fino dentro de la tráquea, cerca del tumor. A continuación, se coloca un material radiactivo sólido dentro de este tubo y se deja durante unos minutos.

Tratamiento con láser

Este tratamiento destruye el tumor dentro de la tráquea con una luz láser. El médico dirige una luz láser hacia el tumor para eliminar la mayor parte posible.

Crioterapia

La crioterapia utiliza nitrógeno líquido, que está muy frío, para congelar y destruir las células cancerosas. El médico coloca una sonda fina cerca del tumor y hace pasar nitrógeno líquido dentro de la sonda para que se congele. Mueven la sonda hasta que se ha eliminado una parte suficiente del tumor para abrir las vías respiratorias.

Diatermia

La diatermia también se conoce como electrocauterización. El médico utiliza un tubo calentado por una corriente eléctrica para destruir el tumor que bloquea la tráquea.

Coagulación con haz de electrones

Este tratamiento también utiliza el calor para destruir zonas del tumor. El médico coloca un tubo fino cerca del tumor y utiliza gas argón y una corriente eléctrica para calentar la zona.

Terapia fotodinámica (TFD)

Este tratamiento utiliza láser u otras fuentes de luz, y un fármaco sensible a la luz para destruir las células cancerosas. El médico le administra el fármaco en forma de inyección en la vena. Esto hace que las células de su cuerpo sean más sensibles a la luz. A continuación, el médico dirige una luz hacia el tumor de la tráquea. Esto hace que el fármaco empiece a actuar para destruir las células cancerosas.

Stents para las vías respiratorias

A veces se coloca un pequeño dispositivo llamado stent dentro de la tráquea para mantenerla abierta donde el tumor está empezando a bloquearla. El tipo más común de stent es un pequeño marco de alambre. El médico utiliza un broncoscopio para introducir la endoprótesis plegada en la tráquea. Al salir por el extremo del broncoscopio, la endoprótesis se abre como un paraguas. Esto empuja y mantiene abiertas las vías respiratorias.

Después, normalmente no sentirá la endoprótesis y podrá respirar más fácilmente. Puede permanecer en la tráquea de forma permanente.

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