El útero es extremadamente sensible al estrógeno. Es una de las hormonas que desempeña un papel importante en el ciclo menstrual de la mujer. Controla el crecimiento y el rebrote del revestimiento del útero.
El exceso de estrógeno hace que el revestimiento del útero crezca demasiado. El crecimiento extra aumenta el riesgo de que se desarrollen tumores.
«La conexión entre el peso y el cáncer de útero es muy profunda», afirma la doctora Shannon Westin, profesora asociada de Oncología Ginecológica y Medicina Reproductiva.
Las investigaciones demuestran que las mujeres con sobrepeso u obesidad tienen cuatro veces más probabilidades de padecer cáncer de útero. Las mujeres extremadamente obesas tienen siete veces más probabilidades de padecer cáncer de útero.
Otros factores de riesgo hormonales
La exposición al estrógeno en cualquiera de sus formas es un factor de riesgo clave para el cáncer de útero. Esto significa que algunos tipos de terapia de sustitución hormonal pueden aumentar su riesgo.
Las afecciones ováricas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) también pueden aumentar la producción de estrógenos y elevar su riesgo de cáncer de útero.
Algunas cosas que afectan a su exposición a los estrógenos no pueden controlarse. Por ejemplo, el número de años que tiene la menstruación. Si empieza a tener la menstruación antes, o si empieza la menopausia más tarde, su riesgo de padecer cáncer de útero es mayor.
Su riesgo también es mayor si nunca ha estado embarazada.
Condiciones médicas
En general, las mujeres que padecen cáncer de mama o de ovario tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de útero. Lo mismo ocurre con las mujeres que han recibido radiación pélvica. El fármaco para el cáncer de mama, el tamoxifeno, puede hacer crecer el revestimiento del útero, lo que aumenta el riesgo de cáncer uterino.
La diabetes también se asocia a un mayor riesgo de cáncer uterino.
La afección precancerosa hiperplasia endometrial puede evolucionar a cáncer uterino si no se trata.
Historia familiar y raza
Su riesgo de padecer cáncer de útero es mayor si a otros miembros de su familia se les ha diagnosticado cáncer de útero o colorrectal.
Algunas personas desarrollan estos cánceres debido a una mutación genética hereditaria conocida como síndrome de Lynch. El síndrome de Lynch también supone un mayor riesgo de padecer cáncer de riñón, ovario y cerebro.
Si le preocupan sus antecedentes familiares de cáncer, hable con un asesor genético.
Su raza no influye en el riesgo de padecer cáncer de útero, pero sí afecta a las tasas de supervivencia de quienes desarrollan la enfermedad.
Las mujeres afroamericanas que padecen cáncer de útero tienen más probabilidades de que se les diagnostiquen tipos más agresivos de la enfermedad, que son más difíciles de tratar.
Cómo reducir el riesgo
Hay varias formas de reducir el riesgo de padecer cáncer de útero.
Mantenga un peso saludable. La mejor manera de hacerlo es haciendo ejercicio y llevando una dieta basada en plantas. Llene dos tercios de su plato con verduras, frutas y cereales integrales. Llena el último tercio o menos con proteínas magras como el pollo o el pescado. Las proteínas vegetales, como el tofu, son incluso mejores.
Conozca su historial familiar. Hable con los miembros de su familia sobre sus antecedentes de cáncer de mama, útero, colorrectal y otros tipos de cáncer.
Piense dos veces en la terapia de sustitución hormonal. Si su médico le recomienda la TRH, asegúrese de preguntar cómo afectará a su riesgo de cáncer. Considere tratamientos alternativos para los síntomas de la menopausia.
Síntomas del cáncer de útero
No existe un examen de detección del cáncer de útero. Es importante ser consciente de los cambios en su cuerpo y estar atenta a los síntomas.
Los síntomas más comunes del cáncer de útero son:
- Sangrado inusual, como entre períodos, flujo más abundante o sangrado después de la menopausia
- Secreto vaginal anormal
- Dolor o presión pélvica
- Pérdida de peso que no se puede explicar
«La buena noticia es que la mayoría de las pacientes se presentan de forma temprana porque tienen sangrado. El cáncer de útero en su fase inicial suele poder curarse», afirma Westin.