Última actualización 22/08/2019
Algunas personas están confundidas sobre el efecto de la leche y otros alimentos lácteos en el peso. Las pruebas demuestran que estos alimentos tienen un efecto neutro o positivo sobre el peso corporal.
Durante las últimas décadas se ha considerado que la grasa es la mayor responsable del aumento de la cintura y de las enfermedades y muertes asociadas en todo el mundo. Ahora sabemos que no es así.
La creación de productos lácteos bajos en grasa y sin grasa ha contribuido a aumentar la creencia de que los alimentos lácteos engordan.
Pero las investigaciones demuestran que tomar suficiente leche, yogur y queso a diario, como parte de una dieta saludable, no está relacionado con el aumento de peso.
Cuando se intenta perder peso mediante una dieta de control de calorías, los estudios muestran que incluir al menos tres raciones de leche, yogur o queso al día puede ayudar a las personas a perder más peso y más grasa corporal en comparación con las personas que comieron menos alimentos lácteos.
Esto se debe al paquete de nutrientes de los alimentos lácteos y a las complejas interacciones de nutrientes que conlleva el consumo de alimentos integrales en el contexto de una dieta equilibrada.
La evidencia apoya el consumo tanto de alimentos lácteos normales como reducidos en grasa para gozar de buena salud e, independientemente del contenido de grasa, ambos tipos no están relacionados con el sobrepeso o la obesidad.
Para conseguir un peso saludable, las Guías Alimentarias Australianas recomiendan limitar la comida basura, reducir el tamaño de las raciones y encontrar formas de ser más activos en nuestra vida diaria.