Angioedema relacionado con los inhibidores de la ECA: ¿Pueden utilizarse con seguridad los bloqueadores de los receptores de la angiotensina?

Resumen e introducción

El angioedema es un efecto secundario bien conocido del tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA). El angioedema también puede observarse con el tratamiento con bloqueadores de los receptores de la angiotensina, pero con mucha menos frecuencia que en el caso de los inhibidores de la ECA. Por razones poco claras, el angioedema relacionado con los inhibidores de la ECA es más frecuente en los pacientes de raza negra. El angioedema puede suponer una amenaza para la vida, pero la mayoría de las veces su aparición puede manejarse con medidas de tratamiento conservadoras que incluyen la interrupción de la medicación y/o la administración de un antihistamínico. Ocasionalmente, la epinefrina y/o el tratamiento con esteroides pueden estar justificados. En un paciente que haya experimentado un angioedema relacionado con un inhibidor de la ECA, los bloqueadores de los receptores de la angiotensina deben utilizarse con precaución, si es que lo hacen. Si se considera el tratamiento con bloqueadores de los receptores de la angiotensina en un paciente con angioedema previo relacionado con un inhibidor de la ECA, debe haber alguna justificación para su uso. Dicha justificación podría incluir la presencia de insuficiencia cardíaca o estados nefropáticos proteinúricos, entre otras consideraciones.

El término angioedema denota un edema bien delimitado y sin fóvea que se presenta como grandes áreas eritematosas en la piel y los tejidos subcutáneos. El angioedema puede afectar a cualquier zona del cuerpo. El angioedema puede ir acompañado o no de urticaria y puede ser una afección hereditaria o adquirida, y esta última suele estar relacionada con la medicación. Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) han llegado a representar una de las causas más comunes de angioedema relacionado con medicamentos. En el caso del angioedema relacionado con los inhibidores de la ECA, las zonas más comunes de afectación son la lengua y las membranas mucosas de la orofaringe y las regiones periorbital/perior. El angioedema de las mejillas, los párpados y/o la nariz se observa pero es algo menos común en el angioedema relacionado con los inhibidores de la ECA. La hinchazón de la lengua puede ser un hallazgo particularmente prominente con el angioedema inducido por inhibidores de la ECA y es un predictor significativo de que un paciente puede requerir laringoscopia y/o hospitalización (Figuras 1 y 2). También se ha observado un angioedema aislado de la úvula.

Un caso ilustrativo que muestra angioedema secundario al uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. Obsérvese la prominente hinchazón de la lengua.

El mismo paciente de la figura 1, ahora con resolución de la marcada hinchazón de la lengua.

El angioedema relacionado con los inhibidores de la ECA puede ir acompañado de hinchazón de las extremidades, los genitales y las vísceras, presentándose estas últimas con diarrea, náuseas y/o dolor abdominal. La urticaria y la tos también pueden estar presentes, pero no son necesarias para el diagnóstico. La tos y el angioedema suelen aparecer de forma independiente, lo que sugiere que es poco probable que compartan un único mecanismo patológico común. El angioedema del tracto respiratorio superior puede evolucionar hacia una dificultad respiratoria aguda grave, obstrucción de las vías respiratorias y muerte en ausencia de una intervención adecuada. El angioedema relacionado con los inhibidores de la ECA no suele ir acompañado de broncoespasmo y, cuando se produce una dificultad respiratoria, ésta es secundaria a la obstrucción de las vías respiratorias superiores. Esta forma de angioedema es típicamente indolora, aunque puede ir precedida de parestesias de hormigueo en la piel. El angioedema relacionado con los inhibidores de la ECA se desarrolla en minutos u horas y se resuelve espontáneamente. El tiempo de resolución puede ser muy variado, desde horas hasta varios días. Si la inflamación no se resuelve en 3-4 días, es poco probable que se trate de un angioedema. Ocasionalmente, se han notificado muertes con angioedema relacionado con inhibidores de la ECA. La muerte suele producirse debido a la obstrucción de las vías respiratorias superiores y a la incapacidad de ventilar adecuadamente al paciente.

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