- ¿Qué es un análisis de orina?
- ¿Cómo se recoge la orina?
- ¿Cómo se realiza un análisis de orina?
- ¿Qué significan los cambios de color y turbidez (enturbiamiento)?
- ¿Qué es la gravedad específica y cómo ayuda a detectar enfermedades?
- ¿Qué es el pH de la orina y por qué se mide?
- ¿Cómo se realiza el análisis químico de la orina?
- ¿Qué sustancias se detectan mediante el análisis químico de la orina?
- ¿Por qué examinar el sedimento de orina?
¿Qué es un análisis de orina?
El análisis de orina es una prueba rutinaria que informa de las propiedades físicas y químicas de la orina. Se utiliza principalmente para evaluar la salud de los riñones y el sistema urinario, pero también puede revelar problemas en otros sistemas de órganos, y es importante para diagnosticar enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus. Es una prueba valiosa tanto en animales sanos como enfermos y debería incluirse en cualquier evaluación completa de la salud de una mascota.
¿Cómo se recoge la orina?
Hay tres formas principales de recoger la orina en gatos y perros.
Cistocentesis. Una aguja estéril y una jeringa se utilizan para recoger la orina de la vejiga. La aguja se pasa a través de la pared abdominal en una vejiga llena y la orina se extrae directamente en la jeringa estéril. La ventaja de la cistocentesis es que la orina no se contamina con restos diversos del conducto urinario inferior. Este tipo de muestra es ideal para evaluar la vejiga y los riñones y para detectar infecciones bacterianas. Las desventajas de la cistocentesis son que el método es ligeramente más invasivo que otros métodos, sólo es útil si la vejiga de la mascota está llena y es difícil de realizar en pacientes que no cooperan.
Cateterización. Se pasa un catéter estéril muy estrecho por el conducto urinario inferior (llamado uretra) hasta la vejiga. Se conecta una jeringa estéril al catéter y se extrae la orina de la vejiga hacia la jeringa. La técnica es menos invasiva que la cistocentesis y es una buena opción cuando no se dispone de una muestra voluntaria, especialmente en los perros macho. El sondaje provoca una leve irritación de la uretra y puede transportar bacterias de la uretra a la vejiga.
Flujo libre medio. La mascota orina voluntariamente de la forma habitual y se recoge una muestra en un recipiente estéril mientras orina. Lo ideal es que la muestra se recoja a mitad del chorro, es decir, a mitad de la micción. Este tipo de muestra suele denominarse «flujo libre» o «captura libre». Las ventajas de este método son que no es en absoluto invasivo y que el propietario de la mascota puede recoger la muestra de orina en casa. Las desventajas son que puede ser difícil recoger una muestra en medio del flujo de algunas mascotas, y es más probable que la orina esté contaminada por restos diversos de la uretra o del entorno.
¿Cómo se realiza un análisis de orina?
Hay cuatro partes en un análisis de orina.
- Evaluar la apariencia: color y turbidez (nubosidad).
- Medir la concentración (también conocida como la densidad) de la orina.
- Medir el pH (acidez) y analizar la composición química de la orina.
- Examinar las células y el material sólido presente en la orina utilizando un microscopio.
La mayor parte del análisis se realiza en la orina entera (tal y como proviene del animal), pero el examen microscópico de las células y el material sólido requiere que la muestra esté concentrada o sedimentada. Para ello, la orina se coloca en un tubo y luego se centrifuga (se hace girar en círculo a muy alta velocidad) para obligar a las células y al material sólido a depositarse en el fondo. Este material acumulado, o sedimento, se recoge y se extiende en un portaobjetos, y a continuación se examina al microscopio.
¿Qué significan los cambios de color y turbidez (enturbiamiento)?
La orina normal es de color amarillo pálido a ámbar claro y suele ser clara o ligeramente turbia. La orina de color amarillo oscuro suele indicar que la mascota necesita beber agua o puede estar deshidratada. La orina de color amarillo muy pálido o transparente sugiere que la mascota está bebiendo mucha agua y orinando con frecuencia; esto puede ser señal de una enfermedad renal subyacente, o de un trastorno que interfiere con la capacidad de la mascota para expulsar orina concentrada. La orina de cualquier otro color que no sea amarillo (por ejemplo, naranja, rojo, marrón o negro) puede contener sustancias que no se encuentran normalmente en la orina sana y pueden reflejar una lesión o una enfermedad subyacente.
El aumento de la turbidez o la nubosidad indica que hay células u otros materiales sólidos en la orina. El examen del sedimento determinará lo que está presente y si es significativo. El aumento de la turbidez suele estar asociado a la presencia de sangre, células inflamatorias, cristales, mucosidad o residuos.
¿Qué es la gravedad específica y cómo ayuda a detectar enfermedades?
Puede ser útil pensar en la gravedad específica de la orina como la densidad de la orina. Un riñón sano debe producir una orina densa (concentrada), mientras que una orina acuosa (diluida) puede ser señal de una enfermedad subyacente.
Una de las funciones del riñón es mantener el nivel de agua del organismo dentro de unos límites relativamente estrechos. Si hay un exceso de agua en el cuerpo, los riñones permiten que el exceso de agua salga por la orina, y ésta se vuelve más acuosa o diluida. Si hay una escasez de agua en el cuerpo (como en el caso de la deshidratación), los riñones reducen la cantidad de agua que se pierde en la orina, y la mascota expulsa una orina más concentrada.
Los animales normales pueden expulsar orina diluida de vez en cuando durante el día, y una sola muestra de orina diluida no es necesariamente motivo de preocupación. Si una mascota sigue expulsando orina diluida, podría haber una enfermedad renal o metabólica subyacente y se recomienda una investigación adicional.
¿Qué es el pH de la orina y por qué se mide?
El pH de la orina es una medida de lo ácida o alcalina que es la orina. El pH puede cambiar con la dieta, pero también puede señalar la presencia de infecciones o enfermedades metabólicas. La orina normal en gatos y perros oscila entre ligeramente ácida y ligeramente alcalina. Los extremos en el pH de la orina más allá de este rango son más propensos a estar asociados con la enfermedad.
¿Cómo se realiza el análisis químico de la orina?
El análisis químico de la orina se realiza mediante una varilla de medición, que es una pequeña tira de plástico que contiene una serie de almohadillas de prueba individuales. Cada almohadilla de prueba mide un componente químico diferente y cambia de color para indicar la cantidad de esa sustancia en la orina. La varilla se sumerge en la orina y, tras un breve período de espera, el color de las almohadillas se compara con una tabla que traduce la intensidad del color en una medición real.
¿Qué sustancias se detectan mediante el análisis químico de la orina?
Proteína. La presencia de proteínas en la orina se denomina proteinuria. La proteinuria leve en una orina concentrada puede no ser motivo de preocupación, pero la proteinuria en una orina diluida debe investigarse, ya que puede ser señal de una enfermedad renal en desarrollo. La importancia de la proteinuria suele determinarse realizando una segunda prueba denominada relación proteína:creatinina (para más información, consulte los folletos «Proteína en orina» y «Relación proteína:creatinina en orina»).
Glucosa (azúcar). La glucosa no debería estar presente en la orina de perros y gatos sanos. La presencia de grandes cantidades de glucosa suele indicar que la mascota tiene diabetes mellitus. También pueden encontrarse pequeñas cantidades de glucosa en la orina en mascotas con enfermedades renales.
Cetonas. Las cetonas aparecen en la orina siempre que el cuerpo descompone cantidades excesivas de grasa almacenada para satisfacer sus necesidades energéticas. Esto ocurre con mayor frecuencia en la diabetes mellitus, pero también puede encontrarse en animales sanos durante el ayuno prolongado o la inanición.
Sangre. La sangre en la orina suele indicar que hay una hemorragia en alguna parte del sistema urinario. A veces esto se debe a la forma en que se recogió la muestra; por ejemplo, a menudo se encuentran pequeñas cantidades de sangre en las muestras recogidas por cistocentesis o cateterismo. La presencia de sangre en la orina se asocia a enfermedades como la infección bacteriana, los cálculos en la vejiga, los traumatismos o el cáncer, por lo que si la presencia de sangre en la orina no parece deberse al método de recogida de la muestra, se recomienda realizar una investigación más exhaustiva.
Una lectura positiva de sangre también puede observarse con una enfermedad denominada anemia hemolítica, en la que los glóbulos rojos se destruyen y se libera una proteína denominada hemoglobina. La hemoglobina pasa a la orina y hace que la almohadilla de análisis de sangre dé un resultado positivo, aunque no haya una hemorragia real en el sistema urinario.
Ocasionalmente, la almohadilla de análisis de sangre dará un resultado positivo cuando haya una inflamación o lesión muscular. Esto se debe a que las fibras musculares dañadas liberan una proteína llamada mioglobina, que es muy similar a la hemoglobina. La mioglobina también hará que la almohadilla de análisis de sangre dé un resultado positivo, aunque no haya una hemorragia real en el sistema urinario. Se puede realizar una prueba específica de mioglobina si se sospecha de una lesión muscular.
Urobilinógeno. La presencia de urobilinógeno en la orina indica que el conducto biliar está abierto y que la bilis puede fluir desde la vesícula biliar hacia el intestino. Un resultado negativo de urobilinógeno no tiene ninguna interpretación y no significa que el conducto biliar esté obstruido.
Bilirrubina. La bilirrubina es una sustancia que se produce en el hígado y que normalmente se excreta en la bilis. La bilirrubina no se encuentra en la orina de los gatos sanos, pero puede encontrarse en pequeñas cantidades en la orina de los perros sanos. Las cantidades anormales de bilirrubina en la orina se asocian a una enfermedad hepática o a la destrucción de los glóbulos rojos (llamada hemólisis), y deberían investigarse siempre.
¿Por qué examinar el sedimento de orina?
El sedimento urinario es el material que sedimenta o se deposita en el fondo del tubo cuando se hace girar una muestra de orina en una centrífuga.
Los elementos más comunes que se encuentran en el sedimento urinario son los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, los cristales, las bacterias y las células de los tejidos de diferentes partes del sistema urinario. En las muestras de orina libre suelen encontrarse pequeñas cantidades de moco y restos diversos. En raras ocasiones, se encuentran huevos de parásitos en la orina.
Células rojas. A menudo se encuentra un pequeño número de glóbulos rojos en la orina recogida por cistocentesis o cateterismo, pero un gran número de glóbulos rojos suele indicar una hemorragia. Esto puede deberse a afecciones como cálculos en la vejiga, infecciones, problemas de coagulación, traumatismos, cáncer, etc.
Células blancas. Un pequeño número de glóbulos blancos en una muestra de captura libre puede no ser significativo, pero en general, un número elevado de glóbulos blancos indica inflamación en alguna parte del sistema urinario. La inflamación suele ser secundaria a una infección bacteriana.
Bacterias. La presencia tanto de bacterias como de células inflamatorias en el sedimento indica que probablemente exista una infección bacteriana en alguna parte del sistema urinario. Lo ideal es enviar la orina al laboratorio para realizar un cultivo y una prueba de sensibilidad para averiguar qué tipos de bacterias están presentes y qué antibiótico debe utilizarse para tratar la infección.
Cristales. Hay muchos tipos diferentes de cristales y varían en tamaño, forma y color. El significado de los cristales también varía. Algunos cristales son únicos y ayudan a precisar un diagnóstico específico. En afecciones más comunes, como la infección de la vejiga y los cálculos de la vejiga, los cristales proporcionan información que puede influir en el tratamiento de la enfermedad.
Los cristales en la orina no siempre indican una enfermedad. Algunos cristales se forman cuando una mascota recibe ciertos tipos de medicamentos. Los cristales también pueden formarse en la orina después de haberla recogido, especialmente si hay un gran retraso antes de realizar el análisis de orina. Si esto ocurre, su veterinario puede querer examinar una muestra fresca inmediatamente después de su recogida para determinar si los cristales son significativos. Imagen vía Wikimedia Commons/Joel Mills (CC BY-SA 3.0.)
Células tisulares. A menudo se observa un aumento del número de células tisulares en las muestras recogidas por cateterismo. Si bien esto no es un signo de enfermedad, el aumento de la celularidad puede verse con una variedad de trastornos, incluyendo la inflamación del tracto urinario, cálculos en la vejiga, problemas de próstata (en el perro macho), cáncer, etc. Si las células parecen anormales, su veterinario puede recomendar una preparación citológica del sedimento, que permite un examen más detallado de las células del tejido.