Entender la pancreatitis
La pancreatitis se produce cuando el páncreas se inflama y las enzimas digestivas que sólo deberían estar activas en el interior de los intestinos comienzan a «digerir» el propio páncreas. Esta afección no sólo puede ser dolorosa, sino que también puede interferir en la digestión e impedir que los alimentos se absorban correctamente, lo que puede provocar náuseas, vómitos, hinchazón, fiebre y diarrea.
Como consecuencia de la pancreatitis, puede desarrollar graves deficiencias nutricionales y perder peso.
La pancreatitis puede ser aguda (lo que significa que se produce repentinamente) o crónica (es decir, a largo plazo). En la mayoría de los casos, la pancreatitis aguda desaparece en pocos días con cambios dietéticos o tratamientos específicos, que pueden incluir líquidos, antibióticos o analgésicos. La inflamación del páncreas que empeora con el tiempo se considera pancreatitis crónica. La pancreatitis persistente o crónica puede dañar el páncreas y provocar otros problemas, como la EPI, que se desarrolla cuando el páncreas no es capaz de producir las enzimas digestivas necesarias para digerir los alimentos.
Causas de la pancreatitis
Cuando el páncreas se inflama repentinamente, hay dos causas comunes: los cálculos biliares y el consumo crónico de alcohol.
Los cálculos biliares, o guijarros hechos de bilis endurecida, pueden desencadenar una pancreatitis aguda si salen de la vesícula biliar y atraviesan o se alojan en el conducto biliar común, que es el tubo que conecta el hígado, la vesícula biliar y el páncreas con el intestino delgado.
La pancreatitis aguda puede desarrollarse en cuestión de horas o hasta dos días después de haber bebido mucho. Otras causas son:
- Altos niveles de grasa en la sangre
- Altos niveles de calcio en la sangre
- Lesión abdominal que daña el páncreas
- Anomalías hormonales
- Ciertos medicamentos, como los esteroides y los estrógenos
- Infección viral
- Anomalías genéticas del páncreas
La investigación también muestra que los años de consumo excesivo de alcohol son un factor de riesgo importante para la pancreatitis crónica. Un estudio publicado en octubre de 2019 en la revista Alcohol and Alcoholism señaló que aquellos que desarrollaron pancreatitis crónica como resultado del consumo de alcohol fueron diagnosticados a una edad más temprana que aquellos cuya condición estaba vinculada a otras causas.
Prevención de la pancreatitis
Hay formas en que puede proteger su páncreas y reducir el riesgo de pancreatitis y otros problemas de salud graves como el PAI.
1. Limite el consumo de alcohol. Al beber menos (o no beber en absoluto), puede ayudar a proteger su páncreas de los efectos tóxicos del alcohol y reducir el riesgo de pancreatitis.
2. Lleve una dieta baja en grasas. Los cálculos biliares, una de las principales causas de pancreatitis aguda, pueden aparecer cuando se acumula demasiado colesterol en la bilis, un líquido que ayuda a descomponer las grasas. Para reducir el riesgo de cálculos biliares, siga una dieta baja en grasas que incluya cereales integrales y una variedad de frutas y verduras frescas. Para ayudar a prevenir la pancreatitis, evite los alimentos grasos o fritos y los productos lácteos llenos de grasa.
Si tiene niveles altos de triglicéridos -grasa que se transporta en la sangre- también puede tener un mayor riesgo de pancreatitis aguda. Para reducir sus niveles, limite los alimentos con alto contenido en azúcares simples, como los dulces y las bebidas con alto contenido calórico.
3. Haga ejercicio regularmente y pierda el exceso de peso. Las personas con sobrepeso son más propensas a desarrollar cálculos biliares, lo que conlleva un mayor riesgo de pancreatitis aguda. Perder los kilos de más de forma gradual y mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y la práctica regular de actividad física puede ayudar a prevenir la formación de cálculos biliares.
4. Evitar las dietas rápidas. La advertencia para perder peso es hacerlo gradualmente. Cuando se hace una dieta de choque para perder peso rápidamente, el hígado aumenta la producción de colesterol como respuesta, lo que incrementa el riesgo de padecer cálculos biliares.
5. No fume. Una revisión de los estudios existentes publicada en la edición de septiembre de 2019 de la revista Pancreatology encontró que los adultos que fumaban tenían 1,5 veces más probabilidades de desarrollar pancreatitis aguda o crónica que los no fumadores.
La pancreatitis puede ser una afección grave y, si no se maneja, puede progresar a EPI. Si tiene factores de riesgo de padecer pancreatitis o ha experimentado síntomas anteriormente, realice los cambios de estilo de vida adecuados para evitar que se produzca en el futuro.