5 beneficios de la tecnología en el aula

Hay muchos beneficios de la tecnología en el aula, así que hemos elegido cinco de los más significativos para esta práctica lista. Desde el aumento de la participación hasta los entornos más inclusivos, la aplicación correcta de la EdTech mejora una amplia gama de resultados de aprendizaje. Y, por supuesto, el uso de las últimas tecnologías ayuda a preparar a los estudiantes para el futuro de diversas maneras.

Así que siga leyendo nuestras 5 principales ventajas de la tecnología en el aula.

No es exagerado decir que la tecnología ha transformado el aula y ha aportado enormes beneficios. En poco tiempo, innovaciones asombrosas como los iPads, los ordenadores portátiles y los smartphones han abierto un nuevo mundo de información para los estudiantes de todas las edades. Adaptarse a esta nueva y emocionante realidad puede ser un reto tanto para los profesores como para los alumnos. Pero para aquellos que la adoptan, las ventajas son prácticamente ilimitadas.

Echemos un vistazo a los mayores beneficios de la tecnología en el aula, empezando por algo que realmente no querrás perderte: su poderoso efecto en la motivación de los estudiantes.

Beneficio nº 1: Hace que los estudiantes estén más comprometidos y les ayuda a retener la información

Imagina a un estudiante aburrido. El cliché viene fácilmente a la mente porque es muy común. Él o ella mira por la ventana, recordando esa película o programa de televisión de la noche anterior. Tal vez tamborileando con los dedos sobre el escritorio, el estudiante silencia las palabras del profesor con pensamientos más entretenidos. En resumen, están totalmente desinteresados.

Ahora, coge a ese mismo joven estudiante o adolescente y conéctalo a una tableta u otro dispositivo y observa cómo se involucra en el proceso de aprendizaje. La interactividad entusiasma y atrae al alumno. Los estudiantes no sólo se sienten motivados y animados por la tecnología en el aula, sino que también participan en el aprendizaje activo, un objetivo educativo muy valioso.

No debería sorprender que los estudios muestren que los estudiantes comprometidos retienen más lo que han aprendido. Esto es tan cierto en las aulas de primaria como en las aulas magistrales. Un estudio de seis años sobre los estudiantes del Instituto Tecnológico de Rochester, en el estado de Nueva York, es un ejemplo de ello. En un intento de reducir el número de estudiantes que suspendían o abandonaban el programa de ingeniería y tecnología de la institución, se introdujo más tecnología en el proceso de enseñanza. Un asombroso 90% de los estudiantes implicados dijo que la tecnología ayudaba al aprendizaje y a la retención.

Beneficio nº 2: Se adapta a múltiples estilos de aprendizaje

Es tentador utilizar un enfoque único para todos los estudiantes. Es más rápido y fácil, por supuesto, pero no es tan eficaz. Esto se debe a que los estudiantes -como el resto de la sociedad- son individuos. Es decir, tienen distintos puntos fuertes y responden de forma diferente a los distintos enfoques pedagógicos. Es útil dividir los estilos de aprendizaje en tres grandes categorías y ver cómo la tecnología puede beneficiar a cada grupo:

  • Los alumnos auditivos responden mejor a las palabras habladas que a las escritas. Para estos alumnos, las lecciones grabadas, los audiolibros y los podcasts pueden integrarse eficazmente en las clases.
  • Sin embargo, los alumnos visuales se basan más en la vista que en el sonido. Leen más rápido que los alumnos auditivos y tienden a prestar más atención a los detalles cuando leen. Cuando se trata de integrar la tecnología en el aula para este tipo de alumnos, los libros electrónicos y las pizarras interactivas son buenas opciones. Además, son beneficiosas las lecciones en PowerPoint con gráficos y otros materiales de orientación visual, como los vídeos.
  • Para los alumnos táctiles lo mejor es el aprendizaje activo, por lo que los profesores pueden animarles a utilizar su sentido del tacto. Esto suele suponer un reto para ellos y sus profesores. Especialmente en el pasado, la enseñanza tradicional se concebía principalmente como una vía unidireccional. Según ese modelo, los alumnos se veían obligados a permanecer sentados durante mucho tiempo escuchando al profesor o escribiendo ejercicios. Los alumnos táctiles son más propensos a aburrirse y distraerse en esas condiciones. Afortunadamente, aquí es donde brilla la tecnología, ya que es muy práctica. Permitir que los alumnos sostengan los dispositivos, hagan clic en los ratones y deslicen las pantallas es especialmente táctil. Ayuda a este tipo de estudiantes al apelar a su sentido del tacto.

En pocas palabras, dar cabida a múltiples estilos de aprendizaje permite impartir la educación de una manera más personalizada. Esto hace que los estudiantes salgan ganando.

Beneficio nº 3: Fomenta la colaboración

Una de las muchas ventajas que aporta la tecnología al aula es que promueve el trabajo en común. A través de Internet, se pueden compartir ideas y opiniones con la misma facilidad con la que se pueden transportar archivos e imágenes de forma digital.

Fuera del aula, a los estudiantes les encanta compartir sus experiencias en las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y Snapchat. Por lo tanto, es natural que llevar la tecnología al aula conduzca a una mayor colaboración. La conexión a Internet puede unir a los estudiantes de una clase, de todo un colegio o país, o incluso de otras ciudades del mundo. Imagina la emoción que sentiría un niño de Estados Unidos al colaborar en una tarea con alguien de Perú o Italia.

La Red está llena de aplicaciones y sitios para animar a estudiantes y profesores a trabajar juntos. He aquí algunas:

  • Twiducate es una plataforma gratuita que pueden utilizar los profesores con clases desde el jardín de infancia hasta el grado 12. Es básicamente un sitio de redes sociales educativas que fomenta la colaboración
  • epals es un lugar para que los estudiantes se conecten y tengan amigos por correspondencia en línea.
  • myViewBoard es una suite de software de colaboración que incluye potentes funciones de pizarra digital y de intercambio de forma gratuita.

Hay dos grandes ventajas en el uso de la tecnología en el aula para fomentar la colaboración. Una es que se puede hacer un seguimiento de la colaboración (es decir, quién hace qué y cuánto), lo que está relacionado con el siguiente punto. La segunda es que fomenta el trabajo en equipo, una habilidad útil para el futuro, que es el tema del último punto de este artículo.

Beneficio #4: Proporciona retroalimentación instantánea para los profesores

Cuando los profesores pueden comunicarse y supervisar a los estudiantes a través de EdTech, obtienen una gran cantidad de retroalimentación. Este intercambio de información puede ser un proceso bidireccional e interactivo. Por un lado, los profesores pueden escribir evaluaciones, o dar archivos de audio o visuales sobre el rendimiento de los estudiantes directamente a ellos. Por otro, los alumnos pueden comentar sus dudas o preocupaciones directamente con el profesor de forma similar. Incluso se les puede pedir que respondan a una encuesta en tiempo real. Se trata de métodos oportunos y bastante eficaces que, además, pueden constituir un registro más permanente tanto para los alumnos como para los profesores.

En otras palabras, los profesores y los alumnos pueden consultar el contenido de estos mensajes en cualquier momento que deseen para refrescar su memoria. En definitiva, el ciclo de retroalimentación se ve reforzado y acelerado gracias a las ventajas de la tecnología. Esto hace que el proceso sea mucho más significativo y productivo.

Beneficio #5: Prepara a los estudiantes para el futuro

A la hora de la verdad, el sistema educativo consiste en preparar a los jóvenes para el resto de sus vidas. Una gran parte de su futuro será el mundo laboral. Cada vez más, esto significa sentirse cómodo con las nuevas tecnologías. Las escuelas y universidades tienen que estar al día con las tendencias. De hecho, la competitividad de una nación depende de tener una población bien informada y capaz. No incorporar y beneficiarse de la tecnología disponible supondría un terrible perjuicio para los estudiantes -y para todos-.

Una escuela con visión de futuro puede hacer aún más para preparar a sus estudiantes para el futuro: Cómo construir una escuela moderna- 6 elementos clave para incorporar en su trabajo de base

Como dice el refrán, «El futuro es ahora». Esto nunca ha sido más cierto que hoy. Es más, será aún más cierto mañana. Si las aulas de mañana no consiguen seguir el ritmo de la marcha hacia delante de la tecnología, el futuro está destinado a ser problemático.

Sin embargo, si las escuelas pueden estar a la altura del reto que supone la naturaleza siempre cambiante de la tecnología, los estudiantes podrán descubrir su potencial ilimitado y aprovechar las muchas oportunidades que aún están por presentarse.

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