Manteniendo la Homeostasis
El proceso en el que los sistemas de órganos trabajan para mantener un ambiente interno estable se llamahomeostasis. Mantener un entorno interno estable requiere ajustes constantes. He aquí sólo tres de las muchas formas en que los sistemas de órganos humanos ayudan al cuerpo a mantener la homeostasis:
- Sistema respiratorio: Una alta concentración de dióxido de carbono en la sangre desencadena una respiración más rápida. Los pulmones exhalan con más frecuencia, lo que elimina el dióxido de carbono del cuerpo más rápidamente.
- Sistema excretor: Un nivel bajo de agua en la sangre desencadena la retención de agua por los riñones. Los riñones producen una orina más concentrada, por lo que se pierde menos agua del organismo.
- Sistema endocrino: Una alta concentración de azúcar en la sangre desencadena la secreción de insulina por una glándula endocrina llamada páncreas. La insulina es una hormona que ayuda a las células a absorber el azúcar de la sangre.
¿Y cómo mantiene tu cuerpo la homeostasis? La regulación de su entorno interno se realiza principalmente a través de la retroalimentación negativa. La retroalimentación negativa es una respuesta a un estímulo que mantiene una variable cerca de un valor establecido (figura siguiente). Esencialmente, «apaga» o «enciende» un sistema cuando varía de un valor establecido.
Por ejemplo, su cuerpo tiene un termostato interno. Durante un día de invierno, en su casa un termostato detecta la temperatura de una habitación y responde encendiendo o apagando la calefacción. Tu cuerpo actúa de forma muy parecida. Cuando la temperatura corporal aumenta, los receptores de la piel y el cerebro perciben el cambio de temperatura. El cambio de temperatura desencadena una orden del cerebro. Esta orden puede provocar varias respuestas. Si tiene demasiado calor, la piel produce sudor y los vasos sanguíneos cercanos a la superficie de la piel se dilatan. Esta respuesta ayuda a disminuir la temperatura corporal.
Otro ejemplo de retroalimentación negativa tiene que ver con los niveles de glucosa en sangre. Cuando los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre son demasiado altos, el páncreas segrega insulina para estimular la absorción de glucosa y la conversión de ésta en glucógeno, que se almacena en el hígado. Cuando los niveles de glucosa en sangre disminuyen, se produce menos insulina. Cuando los niveles de glucosa son demasiado bajos, se produce otra hormona llamada glucagón, que hace que el hígado vuelva a convertir el glucógeno en glucosa.
Regulación por retroalimentación. Si se detecta un aumento de la temperatura corporal (estímulo) (receptor), una señal hará que el cerebro mantenga la homeostasis (respuesta). Una vez que la temperatura corporal vuelve a la normalidad, la retroalimentación negativa hará que la respuesta termine. Esta secuencia de estímulo-receptor-señal-respuesta se utiliza en todo el cuerpo para mantener la homeostasis.